Sentarse a conversar con un gentleman como el Dr. Abed, Director del Jordan Tourism Board, es un placer y un privilegio. Tiene las ideas muy claras en cuanto a las perspectivas del turismo en su país.
Jordania es un país amable y tranquilo, una isla de sosiego en un entorno muy a menudo convulso. Jordania es pues el refugio natural donde el turismo puede encontrar una oferta segura, diferente, y disfrutar de la hospitalidad de sus habitantes. Acoge a los viajeros de todos los orígenes y religiones, sin distinciones y con total amabilidad y ánimo de servicio.
Por eso mismo, Jordania recibió más de 4 millones de viajeros internacionales, con un crecimiento del 12%. En ese grupo destaca España, con un crecimiento del 49%.
La oferta atrae el viajero interesado en el turismo étnico y cultural. En Jordania se basa en sus más de 20.000 sitios arqueológicos de interés. Destaca la muy famosa Petra, pero también ofrece las costas del Mar Muerto, y sus espectaculares desiertos.
La actividad de congresos y eventos internacionales es gestionada por su bien organizado Convention Bureau. Dispone de un centro de congresos con instalaciones capaces de atender hasta 4.000 participantes.
En cuanto a la formación turística, Jordania tiene varios centros llamados de Formación Vocacional. Se proyecta la necesidad de formar al menos 25.000 profesionales, para dar servicio y gestionar todas las nuevas inversiones en hotelería, congresos, transporte, excursiones, etc.
Y en lo gastronómico, la interesante comida del medio oriente, ofrece al viajero unas experiencias atractivas y sorprendentes. Los dátiles jordanos son deliciosos y se ofrecen muy bien presentados.
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