Cuando vi la nota de que del 8 al 18 de marzo en Granada iban a presentar la 30 edición de su festival internacional de tango, me vinieron a la mente muchas reflexiones. Qué tiene que ver Granada, la esencia del romanticismo árabe más exquisito, con el tango, expresión de la pasión latina más singular y auténtica? Pensándolo con más detalle, hay mucha inteligencia de base en esa idea. Combinar dos culturas tan claramente marcadas, dándoles preeminencia internacional solo puede ser positivo para todos. Granada tiene un reconocimiento internacional indudable, y el tango por su lado, ha sido declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Ambos productos deberían beneficiarse de sinergias tanto en la cultura local, como en el turismo.
El tango de hoy es internacional. Se presenta en su país de origen, Argentina, pero también se exhibe en muchos otros. De hecho hace un tiempo conocí a un espectacular equipo de bailarines de Tango, originarios de Medellín, Colombia, mostrando orgullosamente su título de campeones mundiales de la especialidad.
Lo que vengo a decir aquí es que en el área del marketing turístico cada día surge una nueva idea, nuevas opciones. En Granada, están aprovechando el tango en sus tres facetas, la instrumental, la canción, y la danza. Una idea que me lleva a pensar en otras cosas similares. Son conocidas las rutas gastronómicas, las rutas del vino, etc. Porque no pensar en la ruta del Tango, que nos llevara a visitar puntos clave en la historia del mismo. Podríamos visitar los cafés tangueros más clásicos de Argentina, los lugares que cantó Gardel, el aeropuerto donde tuvo su accidente mortal, etc. También visitar y tomar alguna lección en una escuela de tango, participar en concursos para principiantes, conocer su historia, etc.
Y si pensamos en el tango, porque no pensar en otros bailes bien conocidos. En España, además de los espectáculos de flamenco turístico, se podrían programar recorridos por los puntos clave del flamenco más auténtico, acompañados por expertos serios, historiadores del tema, etc. Y no solo del flamenco, se podría hacer lo mismo con la Jota Aragonesa, las Sardanas, los bailes Vascos, y tantos otros que existen en España, y por todo el mundo.
Pensemos en un producto de calidad, organizado con seriedad, y atendido con responsabilidad.
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