En primer lugar, conviene dejar claro que la expresión "low cost" en ingles se puede asimilar más precisamente a barato. La traducción literal habitual bajo coste no tiene el mismo significado. Independientemente de las técnicas organizativas empleadas, los vuelos baratos triunfan alli donde se implantan. Hubo varias tentativas y propuestas, que duraron poco tiempo, posiblemente porque no tuvieron la valentía de aplicar las drásticas estrategias empresariales necesarias. Los vuelos low cost solo pueden sobrevivir en situaciones concretas. Unos empresarios muy atrevidos descubrieron las condiciones requeridas para el éxito, las tomaron en cuenta y las potenciaron con las más modernas herramientas.
Algunas claves suelen ser:
- Apostar por mercados con gran tráfico potencial.
- Vuelos cortos, de unas dos horas de duración.
- Eliminar conexiones con otras aerolineas.
- Utilizar aeropuertos secundarios, donde la aerolinea tenga un gran control en los servicios en tierra, por su gran cuota de la actividad.
- Esforzarse en conseguir condiciones subvencionadas en esos aeropuertos.
- Utilizar aeropuertos con facilidad de acceso, y cortos espacios a recorrer entre el vehículo y el avión.
- Unificar modelos de aeronaves para optimizar el mantenimiento.
- Optimizar el espacio para cada pasajero y entre filas.
- Propiciar que el pasajero lleve todo en un único equipaje de mano.
- Eliminación de todos los servicios que no sean indispensables para el viajero (ni prensa ni comidas).
- En consecuencia, reducir al máximo tiempo de limpieza y reavituallamiento de los aviones. Objetivo 20 minutos entre aterrizaje y despeque.
- Ajustar los horarios, partiendo desde muy temprano y llegando por la noche.
- Modificar paulatinamente las tarifas a medida que se acerca la fecha dle viaje. Empezar con tarifas casi riduculas meses antes del viaje, y llegar a tarifas casi normales el dia anterior del viaje.
- Eliminar oficinas y agentes de venta. Todo se hacer por internet, automaticamente.
- Objetivo conseguir ocupación máxima de los asientos programados.
Como podemos apreciar, estas condiciones no tienen ningún misterio. Se pueden aplicar en muchos destinos, pero no en todos. Siempre dependerá de la posibilidad de lograr un gran volumen de tráfico. El pasajero lo que quiere es llegar a tiempo, de forma segura, y con un mínimo de confort.
PERO.... Ya lo sabemos todos. Lo más barato NUNCA puede ser lo mejor.
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