República Dominicana es un destino que anualmente recibe más de 6 millones de visitantes. Y es que desde el 2014, ha gozado de un vertiginoso crecimiento, sostenido en un 7% del PIB, índice respetable en Latinoamérica. “Quisqueya”, como también se conoce la isla, habitada inicialmente por indios tainos, es la segunda más grande de la región del Caribe en cuanto a extensión territorial (50 mil km2). Localizado en la Isla La Española, ocupa dos tercios del territorio compartido con Haití al que bordea el Océano Atlántico al norte, y al sur por el Mar Caribe.
Para los venezolanos, su cercanía aérea, (tan solo una hora y media de vuelo desde el aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía) y sus recientes indicadores, han atraído un importante grupo de compatriotas a adoptarla como país de residencia; por lo que es habitual toparse con marcas comerciales y pequeños emprendimientos con sello tricolor. Exploremos pues, algunas opciones que nos ofrece esta hermosa isla del Caribe que ¡lo tiene todo!
1. Cap Cana. Es un refugio pleno de auge inmobiliario diseñado para el disfrute, alejado del tradicional esquema de los complejos hoteleros. Se encuentra en las cercanías del famoso sector de Punta Cana y resalta la plenitud que se respira en Playa Juanillo o los paseos en “buggies”, ideales para registrar las mejores gráficas de la visita. Un buen chapuzón en “El Hoyo Azul”, una piscina natural de agua cristalina, recargará las energías del más cansado quien además aprenderá observando curiosidades de la vida marina y si de adrenalina se trata, la experiencia debe incluir las tirolinas del “Scape Park”.
2. Su gente. La cultura, idiosincrasia y costumbres del dominicano conlleva mucha carga de humor, soltura y espontaneidad que combinada con respeto y valores positivos bien definidos resulta en una atención esmerada a visitantes y turistas. Destaca en un viaje a la isla, el trato con los taxistas, quienes son los “guías” más famosos para recorrer la ciudad. Brindan acertados consejos para realizar recorridos a pie por Punta Cana o Santo Domingo y conocen las rutas más idóneas para evitar el tráfico durante tu paseo en su vehículo. Por su parte, las alternativas gastronómicas tienen una marcada influencia de los Estados Unidos, pero sobreviven con orgullo rasgos de sus antepasados en la sazón y presentación de platillos y postres.
1. Boca Chica”. Actividades de buceo, visitas a casinos, práctica de golf rodeadas de exuberantes playas son solo algunas de las actividades que sugiero realizar en caso de que una de sus paradas sea “Boca Chica”. Este placentero lugar ubicado a 30 kilómetros al este de Santo Domingo cuenta con un abanico de restaurantes cuyo menú basado en pescados, mariscos y buenas bebidas, está rodeado de una arquitectura de “palafitos” chic inmersos en aguas cristalinas. El sitio recomendado para contemplar lo descrito es “Neptuno y Pelícanos”.
2. Zona Colonial. Es el tesoro de la ciudad capital. Conformado por tres kilómetros de calles pavimentadas y fachadas centenarias de casas coloniales, datan de 1503 cuando fueron construidas por instrucciones de Nicolás de Ovando. En estos predios se asienta actualmente, restaurantes, cafés y hoteles pintorescos que conviven en perfecta armonía con la arquitectura del lugar. Por la noche se animan y varios monumentos encienden sus luces, propiciando un ambiente de fiesta animado que quizás haya sido el motivo por cual la UNESCO lo declarara como bien cultural en 1990.
3. La visión y el autosustento. Una fuerte inversión por parte del Ministerio del Turismo se hace tangible año tras años con la promoción de la marca país “Republica Dominicana, lo tiene todo”. Para muchos, esta frase podrá sonar imprecisa por tratarse de una isla, pero en dicha premisa además de lo material se trata de un compromiso y voluntad de exaltar las virtudes y transformar las debilidades para ofrecer a millones de turistas, año tras año, unaexperiencia inolvidable.
Así que déjese llevar por el ritmo de su música, el sabor de sus platos y el afecto de su gente and Visit the Dominican Republic!
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