El proyecto persigue acercar el género de la zarzuela a las nuevas generaciones, y que mejor manera de hacerlo, que utilizando su propio lenguaje. Está interpretado por 17 jóvenes cantantes y actores de entre 18 y 30 años, elegidos a través de un minucioso proceso de audiciones. El proyecto Zarza del Teatro de la Zarzuela, nació hace ahora cuatro temporadas, con la clara intención de popularizar en el siglo XXI el género que le da nombre, desde su estreno en 1897.Ahora el público joven tiene una relevancia decisiva, dando así continuidad al género y afianzando su futuro.
La orquesta de cámara que acompaña a los actores-cantantes, está integrada por ocho jóvenes músicos. Un viaje poético a través del tiempo, está hecho por tanto por jóvenes, siguiendo la filosofía prioritaria del proyecto: acercar el género a las nuevas generaciones; y que mejor manera de hacerlo que utilizando su propio lenguaje. Las cinco funciones escolares, cuyo entusiasmo ante el descubrimiento de una de las típicas zarzuelas madrileñas, la presencié con cierta emoción, ya podemos decir que tenemos una generación entusiasta que llenará el teatro de la Zarzuela, a partir del siglo XXI.
Una de las funciones será emitida en directo a través de Facebook, YouTube y la página web del Teatro www.teatrodelazarzuela.mcu.es. Dentro del marco del Proyecto Zarza, esta nueva versión, mantiene íntegros todos los números musicales con el mismo texto, pero todos los textos dramáticos se han adaptado a una nueva propuesta escénica que sitúa la historia en el momento actual, adaptado los personajes originales al siglo XXI y haciendo que Federico Chueca, su autor, sea un personaje más. Las relaciones de amistad, los celos, el amor, los problemas económicos de los personajes, sus ilusiones nos acercan a una obra llena de referencias a costumbres madrileñas. El carácter humorístico que impera hace que situaciones que podrían ser verdaderamente dramáticas, se enfoquen desde otras perspectivas.
La obra refleja el ambiente de la clase media madrileña empobrecida y en contacto con la clase popular y para hacerlo, presenta, literaria y musicalmente, una acción con alusiones constantes a noticias del día, a tipos-niñeras, barquilleros, aguadoras- y situaciones reales de penurias económicas y localizaciones concretas de la ciudad de Madrid. El éxito ha acompañado a la obra desde su estreno el 23 de junio de 1897. Esa primera noche tuvieron que repetirse algunos números hasta cinco veces y al finalizar la representación, el público esperó a Chueca y lo llevó a hombros hasta su casa. La obra se mantuvo en el Teatro de Apolo en la Gran Vía, pasando al Príncipe Alfonso en el Paseo de Recoletos, ambos teatros ya no existen. Alcanzó entonces, las doscientas representaciones seguidas. Hoy en día sigue siendo una obra emblemática del llamado género chico (puedo dar fe, que de género chico, no tiene nada, es inmenso) Felicitaciones para el director del Teatro de la Zarzuela Daniel Bianco, argentino como yo, pero que amamos a Madrid y a España.
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