En la era moderna del turismo, donde lo raro e inusual se vuelve atractivo y los gustos y preferencias del turista son cada vez más exigentes, complejas e interesantes; en esta época en la cual existe una fascinación por la muerte y esta se convierte en un atractivo turístico para muchos, surgen oportunidades de poder ofrecer nuevas ofertas turísticas en nuestros países en pleno desarrollo en la industria del ocio y entretenimiento.
El turismo oscuro, negro o de dolor (anglicismos de black tourism, dark tourism o grief tourism ("turismo de duelo") es aquel que envuelve a los viajes a sitios asociados con la muerte y la tragedia.
Todas las culturas a lo largo de la historia han tenido fascinación, hermetismo y culto por la muerte; lo hemos visto en la Egipcia, Maya, Azteca, Inca, Sumeria, Griega, China, Romana, Persa, Etrusca entre otras.
En Latinoamérica, tenemos diversidad de lugares emblemáticos donde la muerte ha sido la protagonista por diversas causas y que han ocurrido tragedias o muertes históricamente relevantes y que aún impactan en las vidas de muchos; estos lugares pueden llegar a convertirse en verdaderos productos turísticos dada su riqueza histórica. Hay lugares relacionados con la muerte que ya están siendo explotados turísticamente; pero en su mayoría están en el anonimato esperando entrar en un plan turístico y que se desarrollen estrategias para ser parte de un circuito turístico, donde los guías se apasionen con las historias que tanto les gusta escuchar a los visitantes y turistas nacionales e internacionales.
El producto turístico como otros, debe de reinventarse constantemente y ofrecer alternativas diferentes a los clientes en este caso turistas. La innovación es la madre de la sobrevivencia en el mercado altamente exigente y competitivo, los tomadores de decisión en materia de turismo deben sumergirse en la historia de sus pueblos, provincias, departamentos o estados y considerar todos aquellos puntos que les guíen en la ruta hacia el turismo oscuro.
Uno de los grandes ejemplos modernos es la visita obligada que hacen los turistas a la Zona Cero en New York, en la actualidad es uno de los grandes atractivos que tiene la gran manzana; este y muchos ejemplos pueden servir de referencia a nuestros países que tanto han sufrido guerras, genocidios, desastres naturales, accidentes aéreos, marítimos y terrestres, delincuencia común, asesinatos en serie, secuestros emblemáticos, muerte a personalidades de la política, religión, cultura, ciencia y del deporte en general.
La muerte, la tragedia, el terror, el desastre, el morbo, lo macabro, el dolor y la angustia deben estar ya en la agenda turística oscura de todo el continente americano, desde luego con mucha preparación e indagación técnica profesional para no dañar sentimientos o regresar al presente viejos enfrentamientos que tanto daño le hicieron a nuestras sociedades.
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