Cuando vine al mundo, tuve la dicha de nacer en una zona rural; específicamente en el Cantón Los Amates. Donde los trabajos en las plantaciones de café y la venta de frutas de temporada eran las únicas fuentes de ingresos para sus habitantes; este lugar de referencia pertenece a Santa Tecla una ciudad que nació para ser la capital de la Republica de El Salvador, en la actualidad es un municipio y cabecera del departamento de La Libertad. Tiene una extensión territorial de 112 km², con un clima tropical todo el año, gracias a que está rodeada de colinas, montañas y un majestuoso volcán con un enorme cráter que invita a la aventura entre nubes y altura.
Han pasado muchos años desde mi nacimiento y he podido ver la transformación de mi ciudad en el área urbana y en la zona rural, de pasar de negocios de esquina o de pasaje a modernos centros comerciales, de mesones y casas de ciudad a colonias, edificios de apartamentos y residenciales para todos los niveles socioeconómicos, de calles empedradas a modernas autopistas, de canchas polvosas a canchas engramadas de forma natural o artificial e incluyendo un pequeño pero confortable estadio para practicar futbol y atletismo, de un lugar de convergencia dominical para jugar futbol como lo es El Cafetalón a un moderno y multifuncional centro deportivo y recreativo ( el más grande, moderno y con calidad de todo El Salvador), de ser un punto de encuentro de los habitantes de sus caseríos, cantones, barrios, comunidades o colonias a ser el centro de negocios, comercial y social de todos los municipios del departamento, de tener unas cuantas casetas telefónicas a una ciudad conectada con el mundo gracias al servicio de acceso público a internet a través de WiFi en los espacios recreativos, de unos vigilantes o serenos en las esquinas a un moderno Sistema de Video Vigilancia Analítica, de tener dos parques centrales a toda una oferta turística diurna y nocturna a lo largo y ancho del municipio.
Dentro de las actividades turísticas que se pueden disfrutar al visitar el municipio se encuentran: Paisajismo, necroturismo, senderismo, agroturismo, cicloturismo, avistamiento de aves, avistamiento de árboles longevos, recorridos culturales, campamentos, visitas arquitectónicas, cabalgatas, trekking, city tours, canopy, visitas a museos, mountain bike, tratamientos médicos, gastronomía, conversatorios literarios, vivencialidad, motociclismo, recorridos en 4x4, iniciaciones idiomáticas, escalar rocas, cortar café en temporada o participar del proceso de producción, probar diferentes comidas y bebidas en los cafés y restaurantes al aire libre, espectáculos folclóricos, conciertos musicales, noches bohemias, compras de souvenirs y artesanías, prueba de platos típicos y durante las fiestas patronales se pueden encontrar reinados, desfiles, carrozas decoradas, música en vivo, puestos de comida y fuegos artificiales. Mucha de esta oferta turística gracias a la gestión, planificación y organización de la encargada del desarrollo turístico de la alcaldía municipal.
Las grandes ciudades turísticas son aquellas que logran una relación entre el turismo, la cultura, el medio ambiente, la tecnología y el desarrollo económico y social de sus habitantes, Santa Tecla está en el camino correcto, falta mucho para lograr plenamente ese vínculo y que se tenga un equilibrio con todos los elementos, pero con el compromiso y apoyo de los tecleños podemos lograrlo. Invito a los turistas internacionales a visitar nuestro municipio y que disfruten de nuestra oferta de ocio y entretenimiento, pero sobre todo que se lleven una impresión fantástica de la ciudad de las colinas.
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