La Ribeira Sacra ha estado presente en la feria internacional del vino de Madrid junto a Madrid Fusión. Con la cata “El sabor de un paisaje” se manifestó la calidad de los vinos dentro de las variedades de producción. Además Galicia presentó otra cata con nombre de la esencia de las variedades gallegas.
Durante las catas se hizo referencia a la Denominación de Origen desde su inicio en 1996 entre los milenarios bancales romanos de las provincias de Lugo y Orense. El trabajo de la cosecha dentro de una tradición milenaria permite la elaboración de unos vinos que tienen reconocimiento internacional.
Hay que tener en cuenta que Galicia dedica el 5,2% de suelo al viñedo en esta zona con 2500 hectáreas, al lado de los ríos Miño, Sil y afluentes entre los ayuntamientos de Lugo y el norte de Orense.
Rovoyra Sacrata aparece por primera vez en un supuesto privilegio fundacional del Monasterio de Santa María. El texto de un diploma se transcribe en el año 1608 por la Orden de San Benito de Valladolid, escrita por el padre Yepes y se popularizó por la historiografía contemporánea.
Son varios municipios los que integran el vino de los héroes, desde la tradición medieval al consejo regulador: Portomarín, Paradela. O Savinao, Pantón, Monforte de Lemos, A Pobra do Brollón, Quiroga, Ribas do Sil, Taboada, Chantada, Sober y Carballedo en la provincia de Lugo y A Peroxa, A Pobra de Trives, Manzaneda, A Teixeira, Castro Caldeas, Parada de Sil. San Xoán de Río y Noguerira de Raimuin en la provincia de Ourense.
Con el denominado vino de los héroes se pasa como tradición medieval a la denominación de origen. La fuerza del cultivo de la vid se desarrolla en la Ribeira Sacra en los monasterios de la zona sin cambios hasta el siglo XIX. Apareció entonces la filoxera como plaga y en el siglo XX con el uso de porta injertos se empieza a solucionar el problema con una recuperación importante para la agricultura de Galicia.
Hay un creciente reconocimiento de la calidad de los vinos y en 1993 se aprueba el reglamento Viños da Terra y en 1996 llega la Denominación de Origen Ribeira Sacra. A partir de entonces la producción de vino se convierte en motor de desarrollo de los municipios con su seña de identidad.
Viticultura de montaña y heróica con un desnivel de terreno que puede llegar hasta un100%, conforman el paisaje de las laderas de los ríos Miño y Sil dentro de un territorio único con la intervención de la mano de hombres y mujeres que trabajan en la vendimia dentro de un campo sin mecanizar.
El Consejo Regulador de la denominación de Origen Ribeira Sacra garantiza el origen del producto, asegura la calidad y promociona los vinos producidos. Una comisión técnica independiente se encarga de realizar los controles para que el producto final cumpla las normas exigidas.
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