Hace unos días se ha celebrado en Madrid la tercera edición del Shopping Tourism & Economy Summit, con una buena afluencia de público, responsables de grandes empresas y reputadas marcas, así como altos representantes de diferentes administraciones públicas. Objetivos, impulsar el turismo de compras en nuestro país, y exponer la baja rentabilidad del turismo que recibimos.
La tesis de que España atrae a muchos turistas que gastan poco sobrevoló casi en todas las intervenciones de la jornada, centrada en cómo atraer a turistas como los chinos o de otros países de fuera de la UE, que gastan mucho más en sus viajes. Por ejemplo, se citó el dato de que, pese a que apenas 374.000 chinos visitaron España en 2016, acumularon el 31% de las compras tax free (en las que se devuelve el IVA a ciudadanos de fuera de la UE), con un gasto medio total por persona de 2.593 euros, frente a 911 euros de los británicos, el mayor mercado turístico.
Como todos sabemos España es la tercera potencia turística mundial y recibe cada año el 21% de todas las pernoctaciones de turistas de la UE. Sin embargo, es el quinto destino en gasto diario por turista, muy por detrás de Alemania, Francia o Reino Unido. “Eso significa que en nuestra actividad turística prima todavía la cantidad y no acabamos de subirnos al tren de la calidad”, afirmó el presidente de El Corte Inglés en esta misma jornada.
En una reciente entrevista a Manuel Butler en Hosteltur, nos dice "Yo estoy permanentemente insatisfecho con los turistas que recibimos, me gustaría recibir los de calidad” y que nuestros responsables de la política turística llevan años trabajando para traer estos turistas de calidad. Parece ser, que estamos lejos todavía de conseguirse.
Por desgracia, en nuestro país, sólo interesan dos variables de estudio, el “número de turistas” y el “económico”. Últimamente, los políticos han introducido un nuevo vocablo “el turismo es el motor de nuestra recuperación económica y de puestos de trabajo” quedándose tan satisfechos con sus declaraciones.
Nos olvidamos o nos queremos olvidar que el turismo es un sector transversal, con clara incidencia en los aspectos sociales, culturales, políticos medioambientales, y un largo etcétera, pero esos temas quedan para las tesis académicas, y para presumir y exponerlos en congresos académicos y empresariales. Es hora ya de saber la rentabilidad de nuestro turismo más allá de los económicos, que parece ser que estos a juicio de muchos no son tan rentables.
Comencemos todos a utilizar y estudiar estas variables. La sociedad española se merece conocerlas y valorarlas.
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