Médicos, militares, sacerdotes, periodistas, catedráticos, profesores, escritores, artistas, etc. suelen decir que por sus características especiales son profesiones que imprimen carácter, y lo son hasta que fallecen. Como sabemos todos, algunos de ellos, una vez fallecidos pasan a la historia. Muchos de estos profesionales siguen de una u otra forma ejerciendo su actividad profesional hasta el fin de sus días. La vida activa y creativa, el aprendizaje a lo largo de la vida y su participación en la sociedad es y debe ser una constante en nuestra sociedad. Las personas mayores/adultos mayores son un gran activo para cada país.
En las últimas décadas, el mundo han venido experimentando un sinfín de cambios en sus patrones demográficos, entre 2000 y 2050, la proporción de los habitantes del planeta mayores de 60 años se duplicará, pasando del 11% al 22%. De hecho, la cantidad de personas de 80 años o más aumentará casi cuatro veces, hasta alcanzar los 395 millones .En España tenemos una situación muy similar. Según los datos del INE, el índice de envejecimiento de nuestro país no para de crecer. A día de hoy, en España hay 120 personas mayores de 65 años por cada 100 niños y jóvenes menores de 15 años, lo que muestra un progresivo envejecimiento poblacional. El 19,2% de la población española son mayores de 65 años, es decir cerca de nueve millones.
El mundo del turismo y los viajes enganchan para toda la vida. Así nos comentan diversos profesionales del sector que viven con gran intensidad e ilusión su quehacer diario en las empresas o en sus negocios.
La realidad es otra en la sociedad española, numerosas personas mayores de 50/55 años, con gran experiencia acumulada en su trabajo, han sido y son despedidos o jubilados de manera anticipada. Recordamos que la jubilación oficial en España se produce cuando uno cumple 65 años, y poco a poco se amplia y será a los 67 años la jubilación.
¿Qué pasa con los profesionales del mundo del turismo que son apartados o jubilados? Pocos de ellos siguen en activo, salvo que sean empresarios. Otros pocos se han reinventado como profesores, escritores, asesores, consultores, o se han incorporado a diversas asociaciones turísticas para no perder los contactos. Algunos siguen haciendo pequeños negocios. Los podemos ver por los pasillos o en los stands de sus antiguas empresas, y en las entregas de premios en las grandes ferias, como en FITUR. Una gran pérdida de talento y experiencia se está perdiendo en todos los sectores y por supuesto en nuestro turismo Uno no se convierte en profesional de repente por terminar los estudios de formación profesional o universitaria.
Jóvenes profesionales, profesores y periodistas se han incorporado a los diferentes subsectores del turismo, numerosos de ellos llegados sin conocimientos previos de turismo, al albor de su crecimiento, sentando cátedra y opinando sobre lo divino y humano, con un claro desprecio e ignorancia a lo realizado. Nuestro país, como otros países, no tiene memoria ni pasado turístico. Pues eso, seguimos. Ahora quiero saber más e investigar sobre el turismo senior.
Yo no me jubilo.
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