Si hay algo que la globalización ha hecho evidente y estamos constatando en estos días, es que tanto lo malo como lo bueno afecta a casi todo el planeta y al conjunto de naciones que lo conforman, en diversos niveles según las condiciones de cada país.
El primer ejemplo, entre varios que comentaremos, es la caída del precio del petróleo. Las más importantes bolsas lo reflejan. Podrían pensar algunos países consumidores de petróleo, con grandes importaciones del mismo, que este hecho los beneficia al bajar el costo de uno de los productos más necesarios para sus industrias, transportes, viviendas, etc., como es la energía.
Eso es cierto, pero también es cierto que al bajar la capacidad de compra de los países productores/exportadores de petróleo, los países industrializados sentirán la reducción de sus ventas y exportaciones a los mismos, con resultados tanto en los unos como en los otros de pérdidas de empleos y baja del intercambio comercial mundial, lo cual se refleja en los índices bursátiles.
El turismo, con los continuos atentados terroristas, es otro de los sectores afectados en forma global ya que prácticamente en todos los continentes están ocurriendo los mismos y con ello muchos de los destinos mundiales, sufren las cancelaciones de las visitas turísticas, ¿en qué cuantía?, nunca lo sabremos con exactitud, pues el miedo a viajar, no lo confiesan todos.
¿Cuántos cambiarán sus viajes a otros países o reducirán los mismos y en algunos casos en sus propios países?, no lo sabemos.
Las enfermedades y epidemias son los otros limitantes que, además de afectar a ciertos países con los quebrantos de salud de sus ciudadanos, también alteran los flujos turísticos, debido a las recomendaciones sanitarias que te recomiendan no visitar.
Los cambios climáticos no solo afectan con las nefastas consecuencias a ciertos habitantes y países. No olvidemos que también perjudican a cultivos, cosechas, pesca y más actividades productivas con consecuencias planetarias.
Los extremismos políticos y los radicalismos que observamos en varios países, tanto en los subdesarrollados como en los que son líderes mundiales, incrementan los problemas políticos, porque la mediocridad, la corrupción y la maldad son de todos.
Solo revisemos la historia: Hitler, Stalin, Mussolini y otros en el pasado y no detallo los actuales porque a lo mejor me excedo en la lista.
¿Cuál es la conclusión?, la globalización nos está haciendo conscientes de que el planeta es de todos y de una u otra forma nos afectan los hechos políticos, naturales, económicos, de salubridad, hambre y más en el mundo, aunque en algunos casos únicamente sea en nuestra sensibilidad, pues el sufrimiento de unos debe ser la llamada a la solidaridad de otros, que tienen por sus mejores condiciones la obligación de ayudar.
Porque la humanidad somos todos, así como el planeta que habitamos es de todos.
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