Miércoles, 20 Marzo 2019 18:01

¿Cómo vender París a una pareja?

¿Cómo vender París a una pareja?

Renzo Miranda2

 

 

 

 

 

Imagen de cabecera por Léonard Cotte desde Unsplash

 

El amor tal como lo conocemos y vivimos en Occidente está impregnado hasta el tuétano de romanticismo: nuestra producción televisiva y las parejas muy activas en redes sociales dan cuenta diaria de ello. No hay lugar para la duda: nuestro amor es necesariamente romántico, esto es, idealista, protector, apasionado y posesivo, sobre todo en las fases iniciales del vínculo amoroso y con intervalos notables en relaciones estables de largo aliento. Este amor occidental, romántico hasta el hartazgo, hace gala también de fechas que son hito en el calendario y escenarios donde el amor debe ser protagonista y perfecto, un referente de forma y fondo, desafío que muchas parejas logran en la actualidad cuando visitan la siempre famosa y mítica París.

 

A propósito, para amenizar mis talleres de neuroventas, me gusta comentar que no es exacta esa frase romántica según la cual el “amor es el mismo en todas partes”. La realidad contradice eso. Basta ver el comportamiento de las parejas ante un momento especial que es ansiosamente esperado. La Rosa Náutica, en Lima, es un restaurante gourmet cuyos comensales lo han convertido en un clásico escenario para declaraciones de amor, pedidas de mano, entrega de anillos de boda y cuanta situación afectiva de dos se puede realizar en público. Yo les pregunto a mis talleristas, ¿es lo mismo que te pidan matrimonio en La Rosa Náutica a que lo hagan en el parque de tu barrio? La respuesta es un elocuente no. ¿Por qué? Porque en las personas, quieran o no aceptarlo, prevalece la necesidad de reconocimiento social. Y cuando estamos enamorados o en el pináculo de una relación amorosa, queremos que los momentos especiales sean importantes para nosotros y para nuestro entorno social. El significado debe ser pues grandilocuente, notable, digno de admiración.

 

Y París, dentro del mapa turístico mundial, es el escenario predilecto para el amor. La pareja logra allí el status más alto de su amor: la perfección del amor. El valor simbólico de París, para una pareja, se mide por el realce que experimenta el vínculo amoroso en la llamada Ciudad del Amor. La foto de este artículo, tomada del fanpage de LATAM Airlines, aborda ese significado y lo transmite en una imagen metafórica.

 

En tu discurso de neuroventas, antes de hablar de precios y siempre con énfasis en la mujer, tú puedes decirle a la pareja que “son pocos los afortunados que pueden visitar enamorados París, un lugar perfecto para fotos perfectas con la pareja, que serán los recuerdos más románticos y más preciados de toda su vida.”

 

 

 
 

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