Una historia para enmarcar
Allá, en los comienzos de este siglo, en la Universidad Austral de Chile, Valdivia, nació esta historia que con extremada brevedad vamos a intentar dejar escrita para la posteridad, como un logro de lo que la perseverancia es capaz de conseguir. Asistíamos a un señalado encuentro convocado por esa universidad sobre “Turismo rural: camino del desarrollo local”, cuyo marcado interés y éxito, no es el motivo de esta historia.
En esa oportunidad el director de la Escuela de Turismo de una prestigiosa universidad mexicana, enterado de nuestra procedencia y actividad profesional, nos pidió encarecidamente estudiar la posibilidad de ofertar un curso breve de post grado para sus alumnos mexicanos, en nuestro acreditado centro, en unas islas punteras en el desarrollo del turismo receptivo mundial. Era un reto que se complementaba muy bien con el programa que ya desarrollábamos de una maestría conjuntamente con la Universidad para la Paz, de las Naciones Unidas. Durante un largo periodo estudiamos el tema con el asesoramiento de varios directores de los mas prestigiosos hoteles, uno de ellos pieza fundamental para que el proyecto acabase siendo una real-dad, con toda una puesta en escena con documentos firmados con la citada universidad y los alumnos que se beneficiarían de unas muy especiales becas, posiblemente únicas en el mundo, como tuvimos ocasión de conocer en el Consejo de Educación de la Organización Mundial del Turismo.
Comienza la situación
El inicio de toda esta larga operación comenzó con la llegada a una isla de este archipiélago, de un grupo de alumnas mexicanas, a las que tuvimos que avalar en el propio aeropuerto para que se les dejara ingresar en el país a seguir los estudios programados. Así las cosas, se organizaron las clases prácticas y teóricas en dicha isla, a las cuales nos desplazábamos semanalmente acompañados de varios profesores, y con un excelente apoyo de las autoridades de la citada isla para dar a conocer a las estudiantes toda la planificación turística de la misma, como un complemento añadido a sus estudios. Acabó esta experiencia, porque la empresa – de origen extranjero - que acogía a las alumnas en sus clases prácticas, no cumplía sus obligaciones con las mismas, obligándoles a trabajos no contemplados en el convenio que tenían acordado para su formación.
Una larga serie de circunstancia dio lugar a este grupo de alumnas fuese creciendo, y a través de varios años se fuese creando un escaparate de una prestigiosa formación profesional alabada a niveles mundiales muy especialmente en prestigiosas instituciones educativas de toda Iberoamérica, que enviaron decenas de sus alumnos a realizar estos post grados cuyas consideraciones forman un dossier de opiniones de lo mas preclaras y enjundiosas, sobre la enseñanza recibida.
El método: un acierto
Una metodología que fue estudiada y puesta en práctica de forma experimental durante varios años, conjuntamente, como señalamos, con la citada Universidad para la Paz, resultó el arma mas eficaz para la consecución de unos fines que sencillamente eran formar profesionalmente a unos alumnos que habían seguido estudios de turismo durante una carrera, pero que estaban faltos del valor añadido de una experiencia práctica que se ofrecía en “puestos reales de trabajo” en hoteles de la máxima categoría, conjuntamente con unas clases teóricas impartidas por unos profesores profe-sionales del turismo, que con sus elementos y conocimientos puestos al día, compartían en un ambiente preparado para ello, todo un conjunto de realidades que complementaban un programa que se llegó a considerar - como señalamos - como el mejor del mundo.
Un especial convenio con varios de los mejores hoteles de la zona configuró, un lugar apropiado para las clases teóricas con todos los elementos modernos incorporados, inclusive micrófonos inalámbricos en las mesas del alumnado, pantalla panorámica, wifi, etc. Como complemento a este despliegue de capacidad, los máximos organismos públicos, políticos, empresariales y sociales, ofrecían su mas desinteresada colaboración con entradas gratuitas a sus museos, lugares turísticos, etc., transporte incluido, así como la acogida personal de sus máximas autoridades, presentes en las asiduas visitas que se celebraban, ya que los grupos se renovaban continuamente, al ser los cursos solo de unos seis meses.
Consolidación indiscutible
La perseverancia de esta actividad durante mas de diez años, dió lugar a que, de aquellos tímidos inicios, gracias la visión estratégica de un profesor director de una Escuela de Turismo en una universidad mexicana, se llegase a conformar el programa de estudios turísticos que se consideró el ideal para la formación profesional en esta actividad, y que adquirió toda la máxima atención mundial de las instituciones dedicadas a la misma, todo lo cual era motivo de relevantes comentarios en los sectores del citado Consejo de Educación del máximo organismo mundial del turismo, así como de la Asociación Mundial para la Formación Profesional Hotelera y Turística (AMFORHT) de cuyos contactos en París, nació un convenio con el propio ayuntamiento de citada ciudad, para acoger a estudiantes franceses en el programa, al cual se añadía el valor de la práctica del idioma. Más tarde se estaba ya extendiendo por Europa todo este programa, habiéndose firmado un convenio con uno de los principales centros de estudios turísticos de Italia.
El triunfo de la constancia, la experiencia y el conocimiento
El valor de la perseverancia, había triunfado de una forma contundente, superando los mas serios obstáculos, gracias al apoyo y el conocimiento que imperaba en todo esta acción, y al irrestricto de las primeras autoridades de la zona que no regatearon ayudas para que este programa, que alcanzó las mas altas cotas internacionales como está refrendado en toda su historia de forma documental, tuviese la proyección necesaria para que su eficacia fuese reconocida en el mundo entero, nacida en unas islas convertidas gracias a esta iniciativa, en el centro internacional mas prestigioso de los estudios profesionales del turismo, como así se había conseguido gracias a un programa cargado de ilusión, perseverancia y la mas justa y clara honradez profesional.
Imagenes facilitadas por el autor.
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