Lunes, 22 Julio 2019 07:42

Turismo, enseñanza y política de estado

Turismo, enseñanza y política de estado

Antonio Tejera

 

 

 

 

 

Intentado no traspasar las líneas diplomáticas en las cuales nuestra situación nos coloca, vamos a volcar en este artículo, la reflexión y el conocimiento que nuestros muchos años de experiencia, en las lides de la enseñanza, nos ha dado, no solo en la enseñanza del turismo. Publicamos hace ahora casi exactamente cinco años – 11 de Junio 2014 – este articulo que reproducimos que no pierde en absoluto su actualidad, y sobre el cual, si queremos, podemos aportar mas detalles y acontecimientos que rubrican cuanto en el exponemos.

 

Una historia triste

Decía el sabio maestro venezolano Luis Beltrán Prieto Figueroa, que “al pueblo hay que mantenerlo en la ignorancia para vivir de sus carencias”. Todo un acierto de este luchador experto en la enseñanza cuya batalla le llevo a ser varias veces, candidato a la presidencia de la república. El turismo, convertido hoy en el principal motor de la economía mundial, no puede quedar fuera de todo este escenario, donde la enseñanza para manejarlo y gestionarlo, deben de ser prioridad para que su desarrollo alcance las mejores metas y el éxito acompañe sus acciones.



Se trata entonces desde una política de estado, de mantener unos controles efectivos para que la enseñanza sobre el particular, no escape de esas premisas: “Al pueblo hay que mantenerlo en la ignorancia para vivir de sus carencias”. Esto es lo que está ocurriendo en el panorama mundial, donde en el caso de España – por poner un ejemplo que conocemos muy a fondo – se desmanteló todo un aparato de mas de cincuenta escuelas de turismo privadas, para poder controlar el Estado, lo que se enseñaba a los futuros dirigentes del turismo, en muchos de los casos a nivel mundial, ya que España está considerada como uno de los países “descubridores” del turismo y son miles de personas de la América Hispana quienes han venido a beneficiarse de unos estudios que se consideran de los mejores del mundo.



La ilusión de un titulo universitario, del “valor académico” y toda la panaflenaria que se desplegó durante muchos años desde una política de estado, así como la mala o interesada gestión de unos dirigentes inep-tos, corruptos e ignorantes de estas enseñanzas en el sector privado del país, llevó a la desaparición de unas enseñanzas turísticas privadas que precisamente habían nacido en ese sector privado en España, hechos y realidades que son puramente incontrovertible historia, los cuales hemos vivido en muchos casos, en primera persona.

 

Toda esta realidad - no hay que olvidarlo – podemos extrapolarla a toda la enseñanza que se imparte en este país, no solo a la turística, y que por extensión, se ha procurado expandir hacia los países de influencia, siempre guiados por la premisa que señalamos. Seguimos con la letanía: “Al pueblo hay que mantenerlo en la ignorancia para vivir de sus carencias”.

 

Turismo factor de desarrollo

Claro está que, si el turismo es el principal factor de desarrollo socio-económico del mundo, la influencia de las enseñanzas sobre la manera de gestionar el mismo, como decimos, es una prioridad que no se puede dejar evolucionar sin el control específico del estado.



No se como puede extrañar que el informe PISA coloque a los estudiantes españoles – y por extensión a los extranjeros que estudian en este país – por debajo del conocimiento de la media europea. De casuali-dades, nada. Puede catalogarse la situación, al parecer, como un hecho real que define claramente una estrategia que lleva cientos de años impuesta, quizás antes de 1492, basada precisamente en esa premisa que es constante en este artículo y que, por supuesto, parece ser la fórmula que seguirá imperando por los años de los años…: “Al pueblo hay que mantenerlo en la ignorancia para vivir de sus carencias”.



Históricamente, parecería increíble que países que han sido líderes mundiales desde tiempos inmemo-rables, no hayan sabido evolucionar en sus enseñanzas de una forma positiva, quedándose a la cola de países emergentes cuya vitalidad y sabia gestión los han colocado a la cabeza del desarrollo mundial, para lo cual, no nos cabe la menor duda, han aplicado simplemente el método y los principios del Dr. Edwar Deming, sobre “la calidad total”, algo que para algunos empresarios y políticos, ha quedado en confusas lucubraciones sin saber realmente de que se trata, como vemos a cada rato en sus manifestaciones públí-cas las cuales hacen sin ningún pudor ni contemplaciones. “Al pueblo hay que mantenerlo en la ignorancia para vivir de sus carencias”.

 

¿Puede extrañarnos entonces, que la situación de las enseñanzas del turismo este dominada por este estigma? En absoluto. Se trata de enseñar bajo un modelo que no ponga en peligro la política de estado que sustentan el aparato que rige los destinos, siempre con la base fija de que el verdadero conocimiento no se arraigue en los polos que puedan sustentar unas variables positivas que dejen sin espacio a todo un entramado que, como decimos, ha perdurado cientos de años, y sobre cuyas bases descansa todo el sistema que lo sostiene: “Al pueblo hay que mantenerlo en la ignorancia para vivir de sus carencias”.

 

La situación de la enseñanza mundial

No es de extrañar entonces, que se hayan extendido como una mancha de aceite, unas enseñazas turísticas encorsetadas para capacitar a los futuros líderes del turismo en los países de influencia hispana, siguiendo esa política de estado que señalamos, y cuya dominación parece ser plena, otorgando dádivas y prebendas a unos y otros para conseguir - como se ha conseguido - mantener el sistema bajo la base del desconoci-miento y la ignorancia como estandarte ocasional en el cual se esconden los definidos propósitos que comentamos y que son la meta de todo este aparato.



Esta es la situación tal como la vemos y analizamos, después de muchos años asistiendo en primera persona a los más importes foros y debates mundiales sobre el tema, unas veces como simples espectadores, y las mas como actores polémicos, dirigentes privados, denunciando a toda una pléyade de personajes que solo han pensado en sus propias conveniencias políticas y económicas, sin importarles para nada el futuro y el porvenir de un mundo en paz, basado en el conocimiento y la capacitación profesional en la cual estén siempre presentes la paz, la justicia y la razón.



No es de recibo pensar que todo es, o ha sido, un cúmulo de casualidades o de mala gestión, se trata de una meditada y vieja política de estado, que hasta ahora ha venido dando el resultado apetecido ya que los poderes fácticos han pasado por encima un rodillo, manipulando sin contemplaciones ni misericordia, sobre todo aquello que haya pretendido salirse del sistema impuesto por el aparato político que lo ha decidido y gestionado todo, siguiendo esa programación que remontamos hasta antes del año 1492, según una somera conclusión a la cual llegamos por medio de nuestros propios estudios e investigaciones.

 

El podeer constituido y su lamentable actuación

En un debate – sin debate no hay enseñanza posible – claro y consciente, las experiencias vividas y los hechos incontrovertibles, avalan las aseveraciones que hemos hecho en este artículo, cuya finalidad no es otra que despertar la conciencia de aquellos que tienen la obligación y el deber de saber cual es el camino que hay que seguir para que la preparación y la capacitación de los futuros líderes del turismo, sean de lo mas efectivo posible, saltando las barreras históricas que hagan falta, y apoyándose en los elementos que las nuevas técnicas ofrecen, así como en las experiencias de quienes hemos tenido la desgracia de tener que soportar situaciones manipuladas, vejaciones y humillaciones hasta límites increíbles, que han desbaratado nuestros programas, – de los mejores del mundo – arruinando nuestra vida, y a las cuales nos ha sido imposible dar la respuesta adecuada por imposiciones del sistema imperante y la fuerza del poder del aparato político estratégico que lo sostiene.


La paz, la justicia y la razón, unidas al conocimiento, deben de imponerse.


Que Dios nos ayude. Amén.

 

 

 

 

 
 

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