Lunes, 15 Enero 2018 10:25

La Felicidad (II)

La Felicidad (II)

Pedro Abreu

 

 

 

 

 

 

En ocasiones he podido observar cómo personas que comienzan sus vacaciones arriban al hotel o establecimiento turístico con una cara, cómo si le apretaran terriblemente los zapatos o hubiesen ingerido un enorme coctel de vinagre, zumo de limón y sal. Sin ningún motivo aparente entablan una discusión con los trabajadores de recepción, por cuestiones en las cuales no tienen la razón, he constatado como en hospedajes que poseen un servicio profesional de animación turística, desde que el huésped ingresa tratan de dibujarle en su rostro una enorme sonrisa con el simple hecho de recibirlos alegremente, con música, regalarles una pequeña bienvenida que puede incluir la degustación de un jugo natural de frutas y un helado para los más chicos. Mientras la familia realiza el registro de su llegada (en inglés Check-in), los animadores ayudan a llevar hasta la habitación sus pertenencias más pesadas, con este pequeño gesto la familia comienza su estadía con alegría, y esa primera hermosa buena impresión le dura todas las vacaciones, recordemos que no existe una segunda oportunidad de poder dar una primera buena impresión.

 

No niego que en numerosas ocasiones sucede también que a un hotel o establecimiento turístico que posee el servicio de animación turística, llegan clientes muy alegres y el equipo de recepcionistas está enfrascado en una tenaz competencia para ver quien recibe el premio Miss o Míster Antipatía. Estos colaboradores se olvidan que son ellos el primer contacto personal del huésped con la instalación turística donde el mismo decidió vacacionar y que el maquillaje que más embellece un rostro es una alegre sonrisa, ya que esta constituye el vínculo de comunicación natural con mas efecto positivo que se le puede ofrecer a cualquier persona.


Recuerden: sonreír es mucho más fácil que andar con el sobrecejo arrugado, no existe un acuerdo general sobre el número exacto de músculos que necesitamos para realizar cualquiera de las dos acciones, pero todos los científicos coinciden en que se requieren muchos menos músculos y esfuerzo para sonreír que para fruncir el ceño...

 

Uno de los grandes médicos neurólogos de nuestros tiempos, el padre del psicoanálisis Sigmund Freud, atribuyó a las carcajadas el poder de liberar nuestro organismo de energía negativa. Esa catarsis -según él- nos permitiría vivir mejor. En su obra: “El chiste y su relación con lo inconsciente” (1905) analizó la risa y el humor. Siendo, tan circunspecto y formal en sus técnicas, -por timidez- confiesa haber recurrido a la utilización de métodos de risa con sus pacientes, “en forma ocasional”.

 

Contagiarnos las emociones

 

Las actividades profesionales de animación turística aprovechan esa tendencia innata que poseemos los seres humanos de contagiarnos las emociones y los estados de ánimo de persona a persona, (es un recurso primitivo, automático e inconsciente que poseemos todos), para crear así una sinergía positiva en cada una de las acciones programadas, logrando que riamos y sonriamos en grupo sin caer en las burlas absurdas, bromas pesadas o esa risa dañina que sólo se usa en desmedro de los demás y hacen reír a aquellos que siempre están atentos a señalar algún error o momento inadecuado de un tercero. Se trata de reír con los otros, y de uno mismo, nunca de los otros.

 

El buen humor es contagioso

 

Se busca en cada actividad la diversión y el contagio de una sana alegría grupal, estimulando así a que sonrían aquellos que son un poco más tímidos para expresar sus emociones. Dejando a su vez de manifiesto que el buen humor es contagioso, porque su acción de por sí es difusiva, lo podemos comprobar en un teatro o una sala de cine, cuando ocurre algo divertido casi todas las bocas se abren al mismo tiempo y las risas, polifónicas, no se hacen esperar, comienzan al unísono, ríen casi todos, digo casi todos porque siempre hay alguien que no entiende lo gracioso del momento, lo mismo sucede en las actividades recreativas cuando alguien sonríe los demás le siguen, esto acontece porque a los seres humanos se nos activan un conjunto de células nerviosas llamadas neuronas espejos que impulsan a imitar las sonrisas de los otros.

 

Vitamina necesaria

 

Manifiesto una vez más, que el buen humor es una vitamina necesaria para tener una excelente salud, entonces por que empeñarnos en pasar vacaciones familiares en lugares donde vamos a estar enojados por: gastos excesivos, realizar largas colas para disfrutar un determinado servicio, no poseer un programa de actividades divertido para toda la familia, desconocer con quien dejar a los niños si tenemos que salir o qué hacer con la familia los días de lluvia, etc. Todos esos problemas tienen una divertida solución en establecimientos que cuenten con un servicio profesional de recreación y animación turística, la distracción para toda la familia esta mas que súper garantizada, pues no hay espacio para el aburrimiento, la anhedonia, tristeza o apatía, no existen días feos, si por casualidad comienza a llover, te sorprenderás de las excelentes actividades que con una sonrisa en tus labios junto a toda tu familia podrás disfrutar.

 

Calidad de vida

 

He comentado en varias ocasiones que el servicio de recreación y animación turística no es como una varita mágica, capaz de solucionar todo, pero de lo que no deben quedarles dudas es que el mismo permite a los huéspedes en sus vacaciones pasar su tiempo libre ganando en calidad de vida mientras ríen y se divierten, no es que yo te lo cuente, busca la forma de vivir esa inigualable experiencia y comprobarás que sobran momentos para sonreír pleno de felicidad y es una hermosa vivencia que los miembros de tú familia jamás olvidaran. Según Sócrates, “la alegría, o el buen humor, son importantes porque no hay aspecto de nuestro diario vivir que les sea ajeno”.

 

Las endorfinas

 

A modo de conclusión comento, la risa placentera hacer que nuestro cerebro produzca endorfinas, un neuropéptido cuyo nombre alude precisamente a su característica de ser una “morfina endógena”, tiene propiedades analgésicas y euforizantes que inducen a nuestro ánimo un bienestar placentero. Por eso la llaman “la droga natural de la felicidad”. Cuando fue descubierto su gran beneficio, se inició su producción en laboratorios para suministrarla a pacientes, pero resulto infructuoso. Luego se intentó administrar el neuropéptido tras haber sido extraído de unos individuos, a otras personas, pero en todos los casos el organismo lo rechazó al considerarlo un elemento extraño. Por eso si quieres disfrutar del saludable beneficio de las endorfinas, ríe a carcajadas, pues solo así puedes obtenerlo, cada persona tiene que fabricar en su cerebro las suyas. No lo olvides, cada vez que experimentamos placer, estados de euforia y felicidad o nos invade la particular sensación de disfrute que originan: la buena música, el baile, las actividades recreativas, etc, estamos en presencia de la acción fomentada por las endorfinas.

 

La risa: aliada de la salud

La escasez social de una risa, acompañada de una sonrisa sana, hace que el trabajo de los animadores turísticos sea verdaderamente meritorio, no resulta nada fácil hacer reír a los demás, partamos desde ese punto, lograr reunir diferentes grupos de individuos en una actividad y que todos tengan la oportunidad de pasarla bien, divertirse, reír y sonreír, es algo sumamente complejo, por ello una de las funciones vitales de los animadores es ayudarte a ver la vida desde el lado lúdico, positivo y optimista durante tu periodo vacacional, que junto a tu familia te diviertas, rías y sonrías descubriendo la emoción que ese simple hecho desata, sin importar de que cultura provienes, que idioma hablas, que edad tienes o que religión profesas, ellos harán que te sientas como en tu casa, demostrándote que la risa es una expresión universal de alegría y felicidad, combate emociones tóxicas, estimula nuestra autoestima, pondera nuestro lado creativo, favorece las relaciones sociales y facilita hacer nuevos amigos. Reírnos, no sólo cumple la bella misión de divertirnos: es una excelente aliada para la buena salud.


La magia de una sana sonrisa durante nuestras vacaciones es tan inmensa y maravillosa que no se puede comparar con nada y no tiene precio, entonces en vacaciones simplemente trata de participar en las actividades, reír y sonreír, mientras los animadores profesionales con sus buenas acciones provocan una epidemia de risas, sonrisas, buena onda y alegría, contagiando a todos. Desde hoy por tu salud, ríe sanamente a carcajadas de las cosas humorísticas, trata de ver el lado placentero de la vida, comienza afrontar tus días con un mayor sentido de alegría y respóndete la pregunta ¿Qué me impide reírme más a diario, cuál es el espacio que dedico durante mis vacaciones a la risa?, y simplemente ríe.

 

Una sonrisa tiene valor desde el comienzo en que se da
Si crees que a ti la sonrisa no te importa nada, se generoso
Y da la tuya

Porque nadie tiene tanta necesidad de la sonrisa
Como quien no sabe sonreír.

Charles Spencer «Charlie» Chaplin

 

 

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