En todo el mundo se ha producido una significativa crisis debido a la situación producida por el COVID-19, como se ha denominado a la pandemia del coronavirus. Según va evolucionando la situación de esa enfermedad se observa que en distintos lugares se van introduciendo restricciones totales o parciales a los viajes.
Para el secretario general de la Organización Mundial del Turismo, Zurab Pololikasvili ello “afecta a todos los niveles de la sociedad y en estos momentos estamos junto a los afectados. La repercusión de la pandemia en la economías que ya están ralentizándose ha hecho que el turismo sea especialmente vulnerable, convirtiéndose en el sector más golpeado hasta la fecha”. También ha revelado que “el ochenta por ciento del sector está integrado por pequeñas y medianas empresas, lo que significa que hoy son millones las personas cuyo medio de vida está en situación vulnerable”. Son significativas esas expresiones de quien dirige la OMT, el organismo especializado de las Naciones Unidas, con un papel central y decisivo en la promoción y el desarrollo del turismo responsable. Que asimismo se constituye en el foro mundial en temas de políticas turísticas, que integran ciento cincuentinueve países, seis territorios, dos observadores permanentes y más de quinientos miembros afiliados.
A su vez Pololikasvili puntualiza que “las personas y su bienestar deben ser lo primero. La OMT continúa colaborando estrechamente con la Organización Mundial de la Salud para impulsar una respuesta colaborativa ante la pandemia”. Desde ese organismo se alienta a que la gente se quede en su casa, pero que viajen luego cuando todo se haya normalizado. El turismo es un sector que tendrá su papel protagónico cuando se logre la reactivación y proporcionará los puestos de trabajo, impulsando un crecimiento económico que ayudará a los países a recuperarse. Por ello se afirma que quedándose en sus hogares la gente podrá viajar posteriormente, y ello servirá para crear empleo, celebrar la cultura y promover la amistad y el entendimiento entre todos. El turismo es actualmente uno de los sectores más afectados, con repercusiones tanto en la oferta como en la demanda de viajes.
Actualmente la OMT estima que en 2020 las llegadas de turistas internacionales podrían disminuir entre un uno y tres por ciento, lo que podría traducirse –reiteramos según estimaciones a estos días- en una pérdida de entre treinta mil y cincuenta mil millones de dólares en el gasto de los visitantes en el mundo: ingresos por turismo internacional. La IATA –Asociación Internacional de Transporte Aéreo- de la que forman parte en el orden de las trescientas empresas aéreas, está estimando perdidas del sector de las líneas aéreas del orden de los treinta mil millones de dólares, que podrían llegar hasta los ciento trece mil millones de dólares, si la situación continuara expandiéndose en el mundo. La OMT ha solicitado a todos los gobiernos, apoyo financiero y político para adoptar medidas de recuperación destinadas al turismo.
En la Argentina el ministro de Turismo y Deportes, Martin Lammens, se reunió con los principales referentes del turismo del sector privado: Cámara Argentina de Turismo, Federación Entidades Hoteleras Gastronómicas, Asociación Hoteles de Turismo, Federación Argentina de Empresas de Viajes y Turismo, entre otras, y se formalizo una serie de medidas para que el gobierno del país considere la especial situación del sector de los viajes, que comprende a hotelería, empresas de viajes, transporte, etc. En la Provincia de Rio Negro, la actual gobernadora Arabela Carreras –siguiendo la inquietud y liderazgo que supo llevar siendo ministra en la gobernación de Alberto Wereltineck- se reunió con la Cámara de Turismo y representantes del sector en Bariloche.
En Viedma los hoteleros que forman parte de FEHGRA se reunieron y coincidieron en gestionar medidas provinciales y nacionales que contemplen la crítica situación de ese sector. Sin duda los compromisos políticos y financieros son fundamentales para garantizar que el turismo pueda liderar una recuperación económica y social. El turismo es un sector que contribuye al desarrollo sostenible, el crecimiento económico, el empleo y el entendimiento internacional.
Con esas premisas debemos ser optimistas, colaborando con toda nuestra buena disposición para la superación de la situación de la pandemia, para que el turismo vuelva a recuperar el protagonismo en el desarrollo económico de los países.
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