La Organización Mundial del Turismo promueve que el turismo urbano se consolide en uno de los segmentos de mayor crecimiento mundial, creando experiencias innovadoras. Para ello las ciudades pueden enfocarse en la tecnología, la gestión gubernamental y la colaboración publica privada para acentuar su implementación. Desde que fue creada la OMT tiende a que se logre por medio de distintas actividades reforzar la calidad y la eficacia de la cooperación para el desarrollo. Se busca que los gobiernos y la actividad privada realicen encuentros de temas referidos al turismo, poniendo énfasis en cursos de desarrollo de recursos humanos en el turismo.
En la actualidad en el mundo no podemos imaginarnos propuestas económicas integrales, modernas y progresistas que omitan al turismo. Las cifras anuales sobre lo que significa esta actividad, demuestran su importancia como un fenómeno socio-económico-cultural mundial. Justamente ello queda demostrado en el informe de la OMT que indican que, en el año 2018, se registraron mil cuatrocientos millones de llegadas de turistas internacionales en el mundo. Esto ha significado un crecimiento del 6% con respecto al año 2017, cifra muy superior al crecimiento de la economía mundial, que el año pasado fue del 3,7%.
Los estudios indican que es la actividad que exhibe mayor crecimiento en la economía mundial en lo que se refiere a producción, valor agregado, empleo como asimismo la inversión de capital.
Merece destacarse que la actividad del turismo va evolucionando anualmente, lo que le ha permitido en un factor de crecimiento económico y social para la población mundial. Justamente ello ha permitido que se piense en la innovación, la creatividad y la permanente superación de la actividad. Merece destacar que el turismo es también un instrumento de integración. Por eso es destacable lo que promueve la OMT, en el sentido que los destinos turísticos inteligentes pueden ser claves para garantizar el desarrollo sostenible del sector e incrementar la calidad del mismo para que con la puesta en marcha de las estrategias de destinos turísticos inteligentes se den respuestas al crecimiento del turismo urbano.
Las ciudades inteligentes son el resultado de la necesidad de orientar la vida hacia la sostenibilidad, sirviendo de infraestructura, innovación y tecnología para disminuir el consumo energético. Son las urbes que utilizan tecnologías de información y comunicación como una herramienta para lograr mayor eficiencia, ahorrar recursos, brindar mejores servicios y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Hace medio siglo, un tercio de la población mundial residía en ciudades. Actualmente ya el cincuenta por ciento lo hace, estimándose que en los próximos treinta años un setenta por ciento lo hará en las ciudades.
Ello representara que los gobiernos locales le presten atención al nivel demográfico, ecológico, social y económico. Las ventajas de una ciudad inteligente son entre otras, gobernar eficientemente; mejorar la atención de los usuarios; ciudadanos más participativos; permitir, comparar, medir y mejorar las distintas políticas públicas.
A modo de ejemplo mencionaremos algunas ciudades consideradas mundialmente como “inteligentes”.
NUEVA YORK: la denominada la ciudad de ciudades o la capital del mundo –allí tiene su sede la Organización de las Naciones Unidas- ha realizado paulatinamente su transformación tecnológica que la ha convertido en uno de los mejores ejemplos de ciudades inteligentes. Entre esos cambios mencionemos al sistema de alumbrado público inteligente; medición automática del agua en todos los edificios públicos y la gestión mediante un sistema inteligente del tráfico de la ciudad.
BARCELONA: Fue nombrada en el año 2015 la ciudad más tecnológica. Se destaca más allá de ser un gran polo de atracción tecnológica y la sede de grandes empresas, por la gran cantidad métrica que se evalúa para mejorar los servicios y la eficiencia de los mismos. Podemos referirnos a niveles de ruido, patrones de tráfico, entre otros, destacan positivamente el sistema de alumbrado público; gestión inalámbrica del tráfico y herramientas de cohesión social.
LONDRES: Aquí el proyecto está dirigido a la mejora integral del transporte público, considerándosela en la mejor del mundo. Mediante la instalación de sensores captan información de Aspectos de la ciudad y sus habitantes. Esa información la analizan en una plataforma –London Datastore- creando herramientas para facilitar la vida de sus habitantes.
NIZA: Esta ciudad de la Costa Azul, en Francia, mediante sensores registra datos de contaminación, niveles de sonido, gestión de los residuos, gasto energético o la calidad del agua. Mediante análisis llevan a cabo distintas medidas para mejorar los servicios.
SINGAPUR: Esta ciudad del sudeste asiático se propone en convertirse en la ciudad más inteligente del mundo. Para ello ha instalado sensores, creando ocho mil bases de datos que distribuyen mundialmente que se trabaje con esa información y se encuentren soluciones a los problemas de la ciudad.
TOKIO: Se trata de la ciudad con un alto capital humano y gestión publica
PARIS: El destino turístico más popular, sobresaliendo en proyección internacional, tecnología, movilidad y transporte.
ZURICH: La principal ciudad de Suiza, es un gran centro financiero y cultural, destacándose en el medioambiente, movilidad y transporte.
Se considera que en la actualidad no existe la ciudad perfecta, mejorándose en cada una distintos aspectos, aprovechando las tecnologías de la información y las comunicaciones y fundamentalmente manteniendo compromisos con el entorno ambiental. El desplazamiento transforma el modo de pensamiento y las estadísticas confirman la importancia del turismo como modificadora de las corrientes culturales, siendo a la vez un gran motor económico.
Para la OMT esta actividad genera el diez por ciento del PIB global, siendo responsable de uno de cada once empleos en el mundo y las proyecciones indican que crecerá a un ritmo del tres por ciento anual durante la próxima década. En los últimos años el turismo ha mostrado una fuerza y una resistencia extraordinaria pese a los innumerables retos a los que se ha enfrentado en particular relativo a la seguridad. El gran desafío es decididamente ir adaptando a las ciudades para que logren convertirse en destinos turísticos inteligentes, lo que además de los beneficios que brindara a la actividad, también será positivo para los habitantes de las mismas.
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