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Si bien no tengo la varita mágica para hacer que un emprendimiento turístico en un espacio rural funcione y tenga éxito, les puedo dar unas orientaciones sobre los principales factores para que esto pueda ocurrir. Pero quizás y antes de todo, aclarar que el éxito de la empresa, no puede tener relación directa con los objetivos por los cuales nació esta actividad económica, que en definitiva fue en Europa, una apuesta social y política, para frenar el éxodo poblacional rural y captar nuevas inversiones en estos territorios, que hoy en día esta aun mas en riesgo de extinción.
No estoy seguro cual sería el resultado si aplicamos la teoría de la evolución de Darwin, porque si pensamos que los que sobreviven son los que mejor se adaptan al cambio, me temo que pocos lo hacen y que si no existe una política de verdad de incentivos, jamás se conseguirá. Para mí, el turismo rural no existe sin Patrimonio Rural y Patrimonio Natural y de hecho nació como agroturismo, es decir aprovechando las explotaciones agropecuarias, añadiendo una nueva actividad de negocio, oferta que por falta de innovación esta casi perdida, pero es más que seguro que puede re-inventarse. Muy seguramente, el hecho de que la estructura y arquitectura de los programas de desarrollo co-financiados por la Comisión Europea, no fueron diseñados de acuerdo a una orientación de mercado en lo absoluto, ni s e tuvo una estrategia de destino, ni por tanto un objetivo definido de desarrollo sostenible local, que conllevase la necesitada competitividad.
Pero retomado el titulo del artículo sobre si este turismo puede ser o no exitoso, me gustaría puntualizar 3 factores clave (No todos, claro) para poderlo conseguir: Invertir en la gestión operativa y algunos equipamientos, decoración, promoción, etc. versus en la amortización de las edificaciones, mas si son de obra nueva. Es decir aplicar el modelo de concesiones por parte de las Administraciones públicas Locales (Municipios), quienes construyen la oferta alojativa y lo sacan a concesión, favoreciendo así la competitividad. Vean un par de casos que funcionan bien: El Bullin (Sierra Norte de Madrid) y Moradias Douro Internacional (Duero De Portugal). La sinergia con el sector publico es fundamental, es decir la gobernanza, pero del día a día. Este último (Moradias del Douro) está gestionado por la empresa extremeña TURNAT, que aplica también un modelo de crear masa crítica (Propietarios de un numero de alojamientos en diferentes municipios) basado en un numero de apartamentos/camas, capaz de permitir una gestión operativa de escala, bajo una misma marca
Por otra parte, mencionar a los propietarios con capacidad inversora, como es el caso de varios emprendimientos relativamente nuevos (menos de 10 años) de propietarios que han desarrollado ofertas de gran inversión y calidad y que muchos tienen su gerente o encargado/a, como lo visto en la región portuguesa del Alentejo (Monte do Giestal, Herdade do Vau, Tapada da Rabela,…). La parte turística algunos la combinan con un negocio enológico, otros con reserva natural privada (algo similar a las de Latinoamérica), y con una tasa de ocupación anual del 40%, superior a la media del 25%, que con unas tarifas, nada económicas, se supone un buen resultado económico.
Y por otra parte tanto en este tipo de modelo, como en general cualquiera, habría que puntualizar la importancia de la localización geográfica, es decir su cercanía al mercado (Pongamos 1 hora por carretera o a aeropuertos internacionales), y añadir la relevancia de una animación turística rural (Cultural, ocio, ambiental, deportiva, etc.), lo que sin duda genera mayor fidelidad o repetición, mayor estadía y menor estacionalidad.
Sin duda alguna, mucho trabajo, marketing digital, producto, innovación constante, destino turístico, patrimonio rural-natural, son las palabras clave para conseguir un turismo rural que funcione y sea exitoso.
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