Martes, 05 Diciembre 2017 09:14

Museos innovadores

Museos innovadores

Damian Moragues

 

 

 

 

Recuerdo, entre mis primeros viajes, los que hice por la Anatolia (Turquía) muy especialmente porque siempre – así lo recomendaban las guías – había que parar en Ankara para visitar el Museo Hitita o más conocido como el Museo de las Siete Civilizaciones. Museológicamente correspondía a lo típico de aquellos años (los 70): una sucesión de vitrinas expuestas a lo largo de salas interminables. Sin embargo cumplía una función muy valiosa. Simplemente por la disposición cronológica del Museo te orientabas, luego, en el intrincado mundo cultural y político de la península asiática y podías comprender, mucho mejor, lo que estabas viendo y el por qué de las construcciones ( algunas maravillosas,como las de la Capadocia) o de las ciudades subterráneas (Derinkuyu – Kaymakly).

 

En aquellos tiempos pocos Museos cumplían una función relacionada con el turismo, excepto los grandes iconos de la museología mundial. En realidad de sus tres premisas de actuación (Conservación, Investigación y Difusión ) primaba la Conservación, ya que no había fondos para la Investigación y lo de la Difusión no era, para nada, una función prioritaria de los gestores culturales. Afortunadamente el tiempo nos ha llevado a nuevos escenarios en los que, progresivamente, el Museo tiene un papel más líder en la dinámica turística. De una parte la ya comentada de “explicador” de un territorio, de herramienta de comprensión de lo visitable, y, de otra, la garantía del rigor de los contenidos del periplo turístico. En una época “low cost” en la que todo vale, es recomendable apoyar a quienes conocen, con rigor científico, la realidad de los territorios y darles el protagonismo en la construcción de los productos turísticos, garantizando su calidad.

 

Esta nueva posición de los Museos (también atribuible a otras causas que trataremos en otra ocasión) ha generado una nueva dimensión en la museología, que ya ha adoptado, a través de equipos jóvenes e innovadores, técnicas digitales de exposición y diseños vanguardistas que han convertido en algo mucho más lúdico el aburrido y monótono mundo con el que tradicionalmente se identifica al Museo. Los “mappings”, el 3D, el mundo audiovisual interactivo, etc. han supuesto una nueva - y maravillosa – dimensión de la interacción patrimonio/turismo.

 

Hay, sin embargo, mucho todavía por recorrer en el camino de la innovación museística. Desde la comprensión de la diversidad educativa que significa la transversalidad de la dinámica turística hasta la revisión del rol de Museos y otras entidades culturales en el entramado turístico. El Turismo no es solamente un generador potencial de flujos de personas que paguen la entrada del Museo, para evitar su precarización en tiempos en que las arcas públicas están en modo”off”. El Turismo es un instrumento básico en la difusión cultural, además de una gran oportunidad para aportar recursos para Investigación y Conservación desde dimensiones adicionales a la simple visita. Hay que perderle el miedo al turismo por su riesgo de banalización. Los gestores culturales son los responsables de minimizar ese riesgo.

 

Todo esto empieza a ser urgente. Cuando yo visitaba el Museo de Ankara éramos 200 millones los turistas en todo el Mundo. Ahora son 1200 millones.
¿Hay ya suficiente masa crítica para tomarnos en serio una relación sensata entre Patrimonio y Turismo? 


 

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