Nuestra Provincia se encuentra en el Continente Americano, más precisamente en América del Sur, al oeste de la República Argentina, centrada en la intersección del paralelo de 31 grados de latitud sur y el meridiano de 69 grados de longitud oeste. Las montañas ocupan las dos terceras partes de su territorio. Si a ello le sumamos un clima por demás duro, con lluvias escasas, estimadas en menos de 100mm anuales, con vientos intensos y casi constantes, aire muy seco (el llamado viento zonda) y marcadas amplitudes térmicas, con notables diferencias de temperatura entre la noche y el día, como así también entre el verano y el invierno; estamos ante un panorama con una geografía y clima por demás difícil.
Ello es la base para el desarrollo de una importante actividad minera, con una realidad y potencialidad y una historia que se remonta hasta los primeros pobladores de estas tierras. Antes de la llegada de los españoles, los indígenas ya habían trabajado durante largo tiempo en la extracción del oro y la plata. Posteriormente la Compañía de Jesús, una de las más prestigiosas órdenes religiosas católicas que evangelizaron en el Río de la Plata, fue la que con su enorme conocimiento de las “artes de la minería”, que involucraba a la Geología, Mineralogía e Ingeniería de Minas, realizó la explotación en nuestro país, desde el Norte hasta el Sur, en toda la faja correspondiente a la cordillera y sierras conocidas. Luego del éxodo forzoso de los jesuitas del país, comienza alrededor de 1850 de nuevo a resurgir con la llegada de inversiones extranjeras, particularmente inglesas, a las que se sumaron poco a poco algunas inversiones locales.
Como vemos, nuestra riqueza geológica – minera, se entrelaza con una historia rica en protagonistas, con el nacimiento de asentamientos poblacionales vinculados a la explotación de su minería, constituyendo un recurso que puede transformarse en un excelente producto turístico con valor agregado.
Al ser una provincia con una larga trayectoria en exploración y explotación minera, todos los años se conmemora el 7 de mayo el dìa de la minería en Argentina, siendo la Provincia de San Juan normalmente sede de los principales festejos, junto a las otras provincias del oeste argentino. Es así que este año se pensó por parte del Gobierno principal de rendir un homenaje no solo a la actividad minera, sino a sus hombres, a la historia de esta provincia tan unida a la actividad en todas sus expresiones, y mostrar a sus protagonistas a través del tiempo, pero desde una forma distinta: a través del Arte y representado en un inmenso mural con técnica de Mosaiquismo, para lo cual se convocó a un gran maestro mexicano: Luis Piña Rosales nacido en Jorge la Ciudad de Cuernavaca, Morelos en el año de 1972, hijo del maestro pintor Manuel Piña Vigueras (1930-1995) Y de Rufina Rosales Gonzáles , quien ha trabajado la mayor parte de su vida los Mosaicos Bizantinos.
Artista prolífico reconocido, su sencillez y calidad humana son innegables, razón por la cual en el 2008, la directiva del Museo de sitio de Xochicalco y la dirección de cultura en Temixco, Morelos realizó la exposición homenaje a la “Vida y Obra de Jorge Luis Piña Rosales”. Hombre estudioso, amante de la filosofía oriental, pero a su vez nunca olvida sus raíces, más bien es un orgulloso de ellas sobre todas las banalidades de la vida actual, pero no puede abstraerse de su importancia artística pues hoy se le conoce como el “Pincel de la Historia de Morelos.
Este mosaico con técnica de Bizantino Mexicano, realizado con Venesitas, piedra en vidrio y un tiempo de ejecución de noventa días, se ha convertido en un hito cultural excelente para ser explotado como recurso turístico en la Provincia de San Juan, teniendo como principal destino el sector del “Turismo Educativo”.
Tratando de captar el pensamiento del Maestro Jorge Luis Piña Rosales, podemos decir sucintamente que la mujer en el centro, es dadora de vida reinando generosa en las entrañas de la tierra, portando la bandera, símbolo inconfundible de Nación, libre, justa y soberana. Su mano derecha generosa asegura la continuidad de la vida en cada día en que el Rey Sol la custodia, que la cobija a ella y a su descendencia. Este mural tiene definido el fondo dándole ambiente a cada una de las escenas que están representadas, con colores fuertes y vibrantes que permiten al observador pensar en un todo.
Mujer gloriosa sobre la imponente cordillera de los Andes, cuyos picos de fusionan con un cielo diáfano y prometedor. Nos habla de grandes hombres como el General José de San Martín, Manuel Belgrano, el maestro de América Domingo Faustino Sarmiento hijo dilecto de esta tierra, elevados por el Cóndor en su majestuoso vuelo.
El resto de las imágenes muestran una Comunión de la inteligencia, de lo propicio, lo oportuno, lo favorable, donde los hombres hábiles expertos en oficios y artes desarrollan su inteligencia con prudencia, paciencia, destreza y justicia.
A través de este mural, el visitante podrá observar y aprender sobre nuestra economía, actividades productivas, nuestros próceres, la historia rica y fecunda no solo de San juan, sino también de Argentina, sobre grandes figuras de la medicina, de los principales recursos minerales, de técnicas de arte, de procesos industriales y artesanales, etc.; o sea que podemos decir que este mural es una gran libro abierto a los “saberes de la vida”.
La obra encomendada al Maestro Jorge Luis Piña Rosales nos reafirma el legado cultural heredado. Enriquecer nuestro producto turístico cultural y dar a nuestra sociedad una obra de gran calidad, expuesta en un sitio turístico y cultural inmejorable: el frente de nuestro gran Centro de Convenciones “Int. Guillermo Barrena Guzmán”, nos permite decir sin dudas que existe, a través de esta excepcional obra de arte, una verdadera
SINERGIA ENTRE ARTE, MINERÍA Y TURISMO.
Fuente: Soporte literario: La palabra del Maestro Piña ´por Elizabeth Castillo
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