El Departamento de Iglesia es un espacio geográfico ubicado al noroeste de la provincia de San Juan, Argentina, limitando con el vecino país de Chile. Iglesia ofrece experiencias y sensaciones extremas: por un lado es la cuna de la máxima adrenalina en deportes extremos náuticos, y por otro es un ejemplo de paz y religiosidad, con una arquitectura que es el resultante de un proceso de transculturación, es la unión de lo extranjero (lo español) con lo vernáculo (chilenoargentino), especialmente en sus pequeñas y hermosas capillas. Construcciones que nos remiten a los siglos 19 al 20 y que fueron realizadas por el poblador local, con esfuerzo, amor a su Dios cristiano y fundamentalmente con Fe.
Es por ello, que siguiendo con la necesidad de ampliar el abanico de productos turísticos, que permitan una mayor permanencia en el Departamento, aumentando el pernocte del visitante y ayudando a amesetar los picos de baja estacionalidad, es que el Municipio de Iglesia, a través de su Secretaría de Turismo y Cultura y con la colaboración del querido párroco Padre Rómulo, presentó un nuevo producto de turismo religioso, denominado: Circuitos con fé.
El departamento presenta una oferta riquísima en pequeñas capillas, que se ubican por todo el territorio departamental, las cuales poseen características muy propias del lugar, ya que el material empleado es el adobe, el tapial sobre cimientos y zócalos de piedra. La diferencia más notable con Chile es la carencia de la teja y de la madera.
En este “rosario” de capillas, se destaca como la construcción más importante, la Capilla de Achango, que en el año 1997 fue declarada Monumento Histórico Nacional y es un edificio simbólico del departamento.
Es imposible hablar de arte e San Juan sin dejar de mencionar a los Jesuitas. Según algunos documentos, la Capilla de Achango, de credo católico y ubicada en la localidad de Las Flores, fue construida originariamente por los jesuitas en el siglo 17. “Pero la actual es de fines del siglo 19; hubo un terremoto muy fuerte en esa zona en 1894 y no quedó nada, entonces la del presente se construyó con los mismos materiales y técnicas de aquella destruida por el sismo”, explica la arquitecta Plana, especialista reconocida en la materia.
Achango, dentro del contexto histórico cultural es un signo del nacimiento de una nueva forma de vida, un símbolo de la intención evangelizadora de aceptar lo indígena para integrarlo a la concepción cristiana y humanística y esto es un síntoma de mestizaje cultural. Estos Circuitos con fé, abarcan 16 capillas, cada una con una impronta especial y con un santo a quien venerar, se asimilan en su construcción, ya que responden a sistemas constructivos tradicionales y con materiales extraídos directamente de la naturaleza: muros de adobe, techos con pendientes a dos aguas, de madera, con enramada, y palos atados con tientos de cuero, cubierta de torta de barro y revoque grueso de barro. Y siempre presente la mano del hombre, devotos trabajadores rurales, que junto a su familia rezaban a “su santito”, para que la tierra labrada le devolviera buenas cosechas y expresaban a través de estas construcciones su profunda fe católica.
Hoy Iglesia, abre al visitante los Circuitos con fé, para su disfrute y contemplación y para revivir en su visita la propia fe cristiana.
Fuente Consultada: Arq. Maria Rosa Plana
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