La expresión turismo creativo (1) se utiliza para referirse a un nicho especializado del turismo cultural que se basa en experiencias de aprendizaje en las que hay un intercambio de conocimiento y de habilidades entre el anfitrión y el visitante.
En este tipo de turismo, también conocido como Turismo Naranja, se busca aumentar la implicación del viajero fomentando la participación por medio de talleres o clases. Se les ofrece a los visitantes la oportunidad de desarrollar su potencial creativo a través de la participación activa experiencias de aprendizaje propias del destino turístico. La idea es que el turista salga del papel de espectador y busque actividades que le den la oportunidad de desarrollar su creatividad. Las actividades preferidas giran en torno a la artesanía, la gastronomía, la fotografía o talleres con expertos en diferentes disciplinas.
Las catas y las demostraciones de productos típicos suelen incluirse también en el turismo creativo.
Desde el punto de vista de la sociedad del conocimiento en la que estamos, es muy importante desarrollar habilidades que necesitaremos en nuestro trabajo y en el día a día en general. El tiempo de ocio durante las vacaciones en un lugar especial que hemos elegido es un buen momento que podemos aprovechar para desarrollar nuevas habilidades y aumentar nuestras posibilidades de expresión personal. Actualmente el turismo creativo se está aplicando con otro enfoque que consiste en estudiar la relación del turismo con el sector creativo. El concepto ha evolucionado a un turismo basado en la integración entre turismo e industrias creativas donde se busca involucrar no solo al consumidor sino también al productor, al sector público y a las instituciones de conocimiento.
OCDE (La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) define así las actividades de turismo creativo: “Actividades creativas basadas en el conocimiento que conectan productores, consumidores y lugares utilizando la tecnología, el talento o las habilidades para generar productos culturales intangibles significativos, contenido creativo y experiencias”.
La UNESCO, a través de la Red de Ciudades Creativas, promueve el turismo creativo como una experiencia auténtica que incentiva el entendimiento de aspectos específicos de la cultura de un lugar.
Sus objetivos son:
• Facilitar el desarrollo sostenible de las ciudades desarrolladas y en vías de desarrollo.
• Promover el escenario creativo local de las ciudades afiliadas.
Esta red comparte interés con la misión de la UNESCO;
• Promover la diversidad cultural.
La Red de Turismo Creativo fue creada por Caroline Couret, responsable de Creative Tourism Network®. La Fundació Societat i Cultura (FUSIC), Barcelona, la Association pour le Développement de la Création, Études et Projets (ADC. EP), París y el Osservatorio, de Roma, con el apoyo del Programa Cultural de la Unión Europea, fueron Partners de un proyecto paralelo.
Este tipo de turismo abre nuevas e interesantes puertas para la integración del turismo, la cultura y la capacitación. Su capacidad a combinarse perfectamente con otros segmentos turísticos como el turismo gastronómico, el idiomático, el enoturismo, el slow tourism, entre otros, permite realizar economías de escala y crear sinergias.
Los turistas creativos son los clásicos “Prosumidores” (combinación de productores y consumidores), que tan bien define el marketing actual; son además, turistas muy activos en las redes sociales por lo que sus experiencias se “viralizan” rápidamente. El turismo creativo atrae particularmente a los “Millennials”, jóvenes que buscan lo diferente, lo exótico, lo auténtico. A la vez que descubren una ciudad y un país, pueden empaparse de su cultura participando en talleres y creando parte de esa cultura, Es una forma muy cercana y auténtica de sumergirse en el destino y hacer la experiencia más pura.
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