Lunes, 28 Octubre 2019 15:08

Aproximación al turismo náutico - I

Aproximación al turismo náutico - I

Jose Delgado

 

 

 

 

 

Para poder definir con claridad el concepto de turismo náutico es necesario, obligatoria y previamente, esclarecer qué se entiende por turismo en general y posicionar a España en el contexto mundial.

 

A nivel general, se define “turismo como un conjunto de relaciones que surgen como consecuencia de un viaje, siempre y cuando éste no dure más de un año”. Es decir, el turista genera estas relaciones en el transcurso de su trayecto, definiendo los servicios que desea adquirir a lo largo del mismo y demandando recursos en el destino a cambio de una contraprestación. Sin embargo, el turismo tiene numerosas formas de realización que se ajustan a esta definición. La organización del viaje, la naturaleza de las actividades a realizar o la motivación del turista pueden generar diversas clases de turismo, entre las que se encuentra el turismo náutico, distinguiéndose de otros tipos de turismo por el tipo de actividad realizada, que en este caso serían las actividades náuticas.

 

“El sector turístico es una de las bases principales de nuestra economía. Su incidencia se refleja tanto en la balanza de pagos del comercio exterior como en el empleo, en la formación de la demanda interna o por su participación en la formación del PIB, pues según las últimas cifras, el sector genera alrededor del 12% del mismo y supone el mantenimiento del 10% de la población ocupada”. A nivel mundial, y según las últimas cifras publicadas, España ocupa el segundo puesto como destino turístico, con un volumen de turistas alrededor de los 50 millones, por detrás de Francia, pero superando a países como Estados Unidos o Italia.

 

La distribución del turismo en España por Comunidades Autónomas se refleja en la siguiente figura, donde se aprecia como las C.C.A.A. que más visitantes reciben, con mucha diferencia con respecto al resto del Estado, son Cataluña, Baleares, Andalucía y Canarias.

 

Se puede afirmar que existe un abanico ingente de definiciones referentes al turismo náutico. Según G.M.M. Consultores turísticos, S.A. el turismo náutico es “un turismo en sí mismo, son vacaciones activas en contacto con el agua que permiten realizar todo tipo de actividades náuticas en tiempo de ocio, compartiendo la actividad náutica con el disfrute de la naturaleza y la oferta turística y recreativa de las diferentes regiones (...)”. Otros autores lo definen como un segmento del turismo litoral relacionado con prácticas de ocio y actividades deportivas en contacto con el mar y asociado a otros tipos de turismo como el de sol y playa. Esta última definición no es completa pues no engloba las actividades náuticas que se realizan en el interior, otra forma de turismo náutico que día a día va teniendo un peso específico más relevante en el conjunto del turismo náutico (de mayor calibre a nivel mundial que estatal) y que con las tendencias actuales de destinos turísticos podemos afirmar su potencial futuro, como ya lo demuestran las actuaciones e inversiones de ciertas C.C.A.A., en su caso Cataluña, comunidad que en época estival tiene niveles de ocupación en zonas de montaña, con posibilidad de realizar actividades náuticas en ríos y pantanos, no muy alejados de los niveles de su zona litoral.

 

Hay que remarcar que el turismo náutico dispone de muchos atractivos ya que genera la diversificación y especialización de la oferta turística, comporta un nivel elevado de gasto, y atrae de manera inducida otras actividades gracias a las infraestructuras en las que se desarrolla. Según varios autores, este segmento del mercado está creciendo más rápidamente que el mercado en general, no solamente por los que realizan actividades náuticas de manera premeditada, sino porque también dichas actividades se están convirtiendo en una oferta complementaria durante el tiempo de vacaciones de aquellos turistas que en principio buscan únicamente “sol y playa”. Siguiendo la definición inicial de turismo, el turismo náutico lo podemos entender, por tanto, como un conjunto de relaciones entre personas, surgidas al efectuar un viaje y con la característica de que la principal motivación es la realización de actividades náuticas, con ánimo recreativo o deportivo, y realizadas en grandes masas de agua, como el mar, los ríos y los lagos.

 

Según Antonio Peláez, el turismo náutico se puede descomponer según se refleja en la figura adjunta, basándose en el tipo de actividad náutica que el turista realiza:

- Turismo de cruceros
- Turismo náutico
- Chárter náutico
- Turismo náutico recreativo con embarcación en propiedad

 

Turismo de cruceros: se caracteriza por el uso de grandes embarcaciones para el transporte de pasajeros. Estos pasajeros se pueden considerar turistas náuticos, ya que la navegación en el barco de una compañía de cruceros turísticos es a todos los efectos una actividad náutica, si bien se distingue por su enfoque orientado fundamentalmente al ocio y la recreación, alejado de planteamientos activos como el deportivo. Es un tipo de turismo con el que se obtiene un importantísimo volumen de negocio considerando los gastos de los turistas, de la tripulación y el aprovisionamiento del buque, por lo que permite una mejor redistribución de la riqueza en la localidad que pueda llegar a acogerlo.

Turismo náutico-deportivo: se distingue del anterior en que el turista realiza el viaje con la motivación principal de realizar actividades náuticas deportivas, bien sea una vez situado en el destino escogido o a lo largo de todo el viaje, pudiendo utilizar una embarcación alquilada (chárter náutico) o en propiedad. La característica principal que distingue a este tipo de turismo del de cruceros es que la actividad que realiza el turista es principalmente deportiva, por lo tanto, es un turismo activo, donde el viajero desea invertir el tiempo del viaje en una práctica deportiva muy determinada. En este tipo de turismo hay que diferenciar entre los turistas que acuden a un determinado destino animados por la perspectiva de practicar en él los deportes acuáticos, lo que se ha denominado turismo náutico ligero, como es el caso de aquellos que acuden a las estaciones náuticas, practicando las actividades en el entorno del puerto base, y los turistas que efectúan el viaje para realizar actividades náutico-deportivas de largo alcance, es decir, que implican el uso de una embarcación con la suficiente entidad y autonomía para poder desplazarse hasta otros puertos y hacer escalas en ellos, realizando así todo o parte del viaje del turista. En el caso del turismo náutico-deportivo el criterio para distinguir el de corto alcance de la navegación deportiva turística reside en la realización de escalas, ausente en el primero y necesaria para que la segunda sea considerada turismo náutico-deportivo.

Turismo náutico-deportivo de corto alcance: implica la realización de las actividades deportivas en el mismo punto del litoral, sin existir desplazamiento del turista a otros puertos. En este tipo de turismo, el viajero se desplaza al destino elegido para realizar algún deporte náutico siempre en las inmediaciones del puerto base. Asimismo, el turista se aloja en las inmediaciones del puerto base. Un claro ejemplo de este tipo de turismo es el de las estaciones náuticas, el cual se tratará con más profundidad más adelante.

Turismo náutico-deportivo de largo alcance: se caracteriza por la práctica de actividades náuticas en embarcaciones de recreo que permiten al turista que las realiza su desplazamiento hasta otros puertos, pudiendo realizar actividades allí donde hace escala.
Para poder realizar este tipo de turismo existen dos formas en el mercado actual: siendo propietario de la embarcación de recreo o utilizando el servicio de chárter náutico, el cual, dada su importancia creciente en el sector se describe más adelante con más profundidad.
El turismo náutico-deportivo de largo alcance se corresponde, por tanto, con un concepto más conocido por la sociedad, la navegación deportiva. Es el antecedente más antiguo del turismo náutico, teniendo su origen en el yachting, que inicialmente fue navegación a vela y que tuvo su primera regata en Inglaterra en 1681, hasta que dos siglos después, en 1853, se introduce la navegación a motor, como una nueva opción a este deporte que era la síntesis del elitismo de la época.

 

 Continuará......

 

 

Otros Artículos del Columnista

 

 

Visto 1088 veces