Se puede decir que el turismo rural está cambiando. El turista rural actual sigue buscando la naturaleza como primera opción, quiere estar en contacto con el entorno rural, busca la autenticidad pero ahora busca una experiencia sensorial, más emocional y sobre todo vivir algo original. Busca una “experiencia única”. Busca además algo más que una casa, también quiere que el trato sea “más personalizado”, además sigue demandando que el entorno natural esté muy bien cuidado.
Destacamos también que el sector turístico rural sigue teniendo una carencia importante, y no es otra que el sector público y sector privado deben de trabajar conjuntamente e implicarse para hacer un diseño atractivo del producto rural, posicionarlo y ajustarlo a la demanda de destino. Hoy en día se debe trabajar conjuntamente todos los sectores implicados en el desarrollo del turismo rural. La actual demanda del turismo rural nos pide que se desarrollen micro proyectos que les gusten a los turistas.
Además se han detectado que hay tres tipos de turista rural. Primeramente está el turista que busca el ¿qué puedo hacer?; seguido del turista que quiere escaparse un fin de semana de su casa que pueda descansar (éste quiere desconecta y que no le molesten) y en tercer lugar el turista que busca un turismo rural personalizado al máximo buscando la mejor calidad-precio. Por ello todos los sectores implicados tienen que saber a qué segmento de turista reciben para poder ofrecerle el servicio que éstos nos demandan.
También los turistas nos piden nuevas actividades turísticas rurales que complementen su estancia. Le relaciono algunos ejemplos que están triunfando en España en estos últimos años; como la observación de estrellas, festival de piorno en flor, ferias de tapas a un euro, jornadas de pucheros y cucharas, concursos de decoración de fachadas, etc.
De todos modos el turismo rural hoy en día debe especializarse para poder triunfar, además debe innovar además de pedir a la Administración Local que se implique y tenga un papel dinamizador en el turismo rural. También se debe homogeneizar el acceso de los mercados, además de mejorar las capacidades técnicas y de capital humano siempre enfocado a la sostenibilidad y el medio natural.
Sigo creyendo que el turismo rural tiene un futuro viable siempre que se haga bien el trabajo, sabiendo además que hay que adaptar le demanda personalizada al cliente actual, ya que el turista rural nos pide un turismo de experiencias, autenticidad y producto irrepetible con la utilización de las nuevas tecnologías.
Si somos capaces de darle todo esto a los turistas seguro que haremos crecer el turismo rural en el camino correcto.
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