Lunes, 16 Diciembre 2019 18:16

Dibujos de Goya en el Prado

Dibujos de Goya en el Prado

Concha Pelayo

 

 

 

 

 

Más de 300 dibujos, propiedad de las colecciones del Prado y de colecciones públicas y privadas, ofrecen un recorrido por la obra del artista Francisco de Goya y Lucientes. Son dibujos que abarcan desde el Cuaderno italiano a los álbumes de Burdeos. Una muestra llena de ingenio y vitalidad que deja, además, constancia de una época social y sobre todo de la condición humana, porque a Goya, no sólo le interesaba la figura del hombre, sus rasgos, su anatomía, la perfección y el movimiento de su cuerpo, sino su psicología, su personalidad, su bondad y su maldad. Todo ello queda reflejado en estos 300 dibujos que dejan al espectador perplejo e inquieto.

 

La comisaria, Manuela Mena, en el acto de presentación en el auditorio ante los medios de comunicación, dijo que se conformaría con que, el que visita la muestra salga con una percepción distinta a la que entró, que se sienta transformado, porque estas imágenes no sólo se contemplan con los ojos sino con el corazón, con el alma desgarrada ante tanta crueldad, ante tanta maldad infligida por el hombre el hombre a lo largo de la historia. Ya lo dijo Hobbes: “El hombre es un lobo para el hombre”. Y Goya, en estos dibujos supo captarlo con toda su crudeza.

 

“Sólo la voluntad me sobra”, una profunda frase de Goya con la que se da título a esta muestra, ha sido organizada por el Museo del Prado y la Fundación Botín, siendo comisariada por Manuel Matilla, Jefe de Conservación de Dibujos y Estampas del Museo del Prado y la citada Manuela Mena. Se podrá visitar hasta el 16 de febrero.

 

Como todas las grandes empresas, al Museo del Prado le avala una bonita historia. Fue el 19 de noviembre de 1819 cuando el museo abría sus puertas al público con fondos de las más ricas colecciones de pintura y escultura reunidas por los Reyes de España durante más de 300 años. Todavía Goya vivía en Madrid y ya colgaban tres pinturas suyas en la Galería Central, el famoso retrato ecuestre de Carlos IV y el de María Luisa de Parma. Más adelante el Prado reuniría la mejor colección de las obras de Goya, aproximadamente 150 pinturas, 500 dibujos y una documentación única, como la valiosa correspondencia con su amigo Martin Zapata.

 

CATÁLOGO

Sus autores, J.M.Matilla y Manuela Mena, ambos conservadores del Museo del Prado, han realizado un estudio de investigación minucioso y pormenorizado en el que ofrecen una visión personal e intimista que aporta riqueza a los propios dibujos. Se adivinan muchas horas de observación y estudio, además del gran entusiasmo y emoción tras haber conseguido llevar a cabo tan exquisito trabajo.

 

La exposición se distribuye en dos salas, Sala A, y Sala B.
La sala A, se dedica a los comienzos del artista donde ya se aprecia en los primeros años su peculiar forma de transformar la realidad. Cuando estuvo en Italia fue guardando en su cuaderno todo lo que llamaba su atención y era objeto de llevarlo a sus páginas. El visitante podrá recrear sus ojos viendo los frescos que realizaba Goya junto a la basílica del Pilar donde la figura femenina se muestra en toda su belleza, pero también su miseria. Más adelante, Goya se dedicará al grabado como forma de dar a conocer su obra. En esta época el artista demostró gran maestría copiando los cuadros de Velázquez.

 

Muy interesante el Cuaderno de Sanlúcar donde pasó una temporada en el palacio de la Duquesa de Alba. De esta época se incluyen algunos dibujos donde la protagonista es la propia duquesa. Sueños, caprichos y retratos, son algunos conceptos con los que se denominan aspectos como la brujería, la superstición y los vicios de la condición humana. Con los retratos, Goya conseguiría prestigio y dinero. Sus retratos no sólo mostraban los rasgos físicos de los retratados, sino que les infundía personalidad. Velázquez y Rembrandt fueron sus maestros. La violencia es una de las protagonistas de la exposición. A través de la violencia Goya deja constancia con gran lujo de detalles, la verdadera condición humana.

 

En la Sala B, está dedicada a los temas taurinos que abarcan desde mediados del siglo XIX hasta nuestros días. Aquí Goya nos ofrece los temas populares a través de sus ojos. Así, en esta serie desfilan las majas con abanicos y volantes, en grupos o solas, los toros en la plaza mientras el torero se contorsiona a su lado intentando dar la estocada certera que persigue el aplauso. El cuaderno de bordes negros como el cuaderno de viejas y brujas incluyen uno de los más obsesivos temas que gustaban al artista como la vejez o la malformación, y el maltrato a la mujer. En cada uno de estos dibujos Goya nos da una visión certera de una época en que las diferencias entre clases sociales eran muy evidentes, y a Goya, muy especialmente le interesaron, sobre todo, las clases más desfavorecidas y depravadas.

 

Esta exposición de los Dibujos de Goya, para conmemorar los 200 años del Museo del Prado, escribe una página de oro en la historia del Prado.

 

 

 

 

Otros Artículos del Columnista

 

 

Visto 1351 veces