Sábado, 14 Abril 2018 12:19

Gloriana en el Teatro Real

Gloriana en el Teatro Real

Concha Pelayo

 

 

 

 

 

 

“GLORIANA” La Reina Virgen, en el Teatro Real de Madrid

Coincidiendo con la World Ópera Forum, el Teatro Real estrena "Gloriana", la historia amarga de Isabel I de Inglaterra, durante los últimos años de su reinado, entre 1558 y 1603.

Imagenes: Javier del real


Isabel I, o Gloriana, fue una dama valiente y ruda a la que gustaban las bromas toscas y secas aunque también era una sensible e inteligente mujer muy hábil para los negocios y muy detallista y escrupulosa a la hora de emitir sus informes. Una dama del Renacimiento, para entendernos, cualidades con las que se adornaban las mujeres de la época y que no se conocieron demasiadas aunque habría muchas. Y con estos breves apuntes, el Teatro Real se dispone a presentar al público la historia de Gloriana, la ópera de Benjamin Britten, para introducirnos en la psicología de esta mujer como reina.

 

Los historiadores nos cuentan que Gloriana se sentía fuertemente atraída por Roberto Deveraus, el conde de Essex, un joven bello y arrogante cuya diferencia de edad entre ambos les traerían no pocas dificultades en su relación. Ella tenía 53 y él menos de 20. La pasión de Gloriana por el joven no le impedirá, sin embargo, que firme su condena a muerte, nobleza obliga, porque el poder y los sentimientos, a veces, no son compatibles. Incluso se hace necesario el prescindir de todo erotismo como ya ocurriera con "Billy Budd".

Gloriana 0136

 

Isabel I, la reina virgen, como se la conocía, era asunto de estado, lo que la llevó a vivir una vida aislada y obligada a una forzada castidad. Por ello, esta reina del siglo XVI, en el que la sumisión de las esposas era la norma, Gloriana se vería obligada, por un lado, a ejercer su autoridad y por otro se le exigía obedecer a su esposo. Difícil dilema para reina tan brava y de tan acusada personalidad. Incluso, hasta tuvo que ocultar sus formas femeninas ciñéndose aparatosos corsés. Y así se mostraba a los hombres, como una dama ataviada elegantemente para ejercer su trabajo, con los símbolos de majestad, aunque ninguno de ellos pudiera aspirar a tal magnificencia.

 

Britten incide en esta imagen, pero intenta averiguar lo que hay detrás de esta mujer, lo que hay de auténtico y de real bajo su apariencia.

 

Gloriana 1296Veremos a una mujer encolerizada cuando su marido la traiciona. Veremos a una mujer que pese a conocer en profundidad el mundo de los hombres y sus flaquezas, ha de someterse a su imperio, lo que le provoca sentimientos de envidia, celos y cólera. Desconfía de todos los que la rodean, incluso de aquellos a los que ama. Sus sentimientos son contradictorios y su personalidad compleja lo que hubiera hecho las delicias de los más avezados psicólogos.
Como asegura, Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real, ya era hora de que, lejos de los prejuicios de la época en la que se representó Gloriana, valoremos en su justa medida lo que supuso esta obra, una de las grandes óperas de Benjamin Britten.

 

Gloriana se entrenó el 8 de junio de 1953 en la Real Ópera House de Londres.
Ópera en tres actos
Es una coproducción con la English National Opera la Vlaamse Opera
3 horas de duración
Director Musical Ivor Bolton
Director de escena David McViccer 

 

 

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