Imagen de cabecera: Javier del Real
Al anunciar el Teatro Real la nueva ópera verdiana, Il Trovatore, que se representa en estos días, mis recuerdos me llevaron inmediatamente al Palacio de la Aljafería en Zaragoza en una reciente visita que realicé no hace mucho. Allí descubrí que el origen de esta ópera, Il Trovatore, tuvo lugar en el Castillo de la Aljafería, concretamente en el torreón conocido como Torre del Trovador.Esta leyenda o trama, se debe a la imaginación del escritor Antonio García-Gutiérrez cuyo texto fue base para el libreto de la citada ópera verdiana.
No vamos a detenernos en la historia de aquel doncel, Manrique Lara que cultivó el canto y la poesía hasta convertirse en un trovador. Apuntar, solamente, que se enamoró de una joven de la corte de la Aljafería llamada Leonor. Y como ocurre en casi todas las historias operísticas, acabaría en tragedia.Los que tengan el privilegio de acercarse a este Palacio podrán disfrutar ante la contemplación de sus filigranas y arabescos mientras se dejarán llevar por la imaginación al recorrer sus estancias.
Pero ciñéndome a la nueva ópera que se representa en estos días en el Teatro Real, se ofrecerán 14 funciones desde el 3 hasta el 25 de julio en nueva producción del Teatro Real en coproducción con la Ópera de Montecarlo y la Royal Danish Opera de Copenhague. Precisamente, el pasado 6 de julio a las 21.00 horas II Trovatore se retransmitió en directo para toda España, incluyendo también las pantallas que se instalaron en los alrededores del Teatro. Un espectáculo sin precedentes apoyado de manera multitudinaria por el gran público, amante de la ópera y fieles al Teatro Real.Fuera de España, Il Trovatore se pudo ver también en China, India y en diferentes países de Latinoamérica como Chile, Guatemala, Perú o República Dominicana y Uruguay.
Esta ópera se estrenó en el Teatro Apolo de Roma en enero de 1853 y por encima de todos los contrasentidos e imposibles que se detectaban en el libreto, permanece la belleza de la música de Verdi que ha hecho que en siglo y medio no haya perdido un ápice de popularidad. Esta obra refleja a la perfección la orientación al bel canto que Verdi había emprendido, como también el realismo centrado en la gitana Azucena.Il Trovatore, por definición, es una ópera romántica en cuatro actos siendo el libreto de Salvatore Cammarano. Como ya se señala está basado en el drama del dramaturgo español Antonio García Gutiérrez y es la segunda ópera de la producción de Verdi entre las que se encuentran Rigoletto y la Traviata. Esta trilogía verdiana inicia un distanciamiento respecto al primer romanticismo, si bien Il Trovatore es la menos evolucionada de las tres. Precisamente, Cammarano transforma el imbricado drama del poeta español en un libreto que rehúye los tradicionales números operísticos como arias, cabletas, cavatinas, dúos, tríos, coros, etc…Desgraciadamente, Cammarano falleció sin ver terminada su ópera. Pese a ello se ha conseguido un gran equilibrio en los cuatro actos divididos en dos escenas de duración desigual.
Los amantes y entendidos en el género operístico ya saben que se van a encontrar con venganzas, celos, muerte, todo lo que forma parte de las pasiones más fuertes del ser humano.
Verdi aporta a Il Trovatore belleza y drama no exenta de espectaculares efectos teatrales. La música arrastra y llega al público porque está impregnada de alto voltaje.
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