Lunes, 31 Julio 2017 20:40

In Memoriam - Luis Callejón

In Memoriam - Luis Callejón

Concha Pelayo

 

 

 

 

 

 

Decía don Luis Callejón que “el turismo es la única solución para conseguir la paz”.


Y esta frase, por sí sola, define lo que el turismo supone para cualquier país y para la persona que así piensa porque de nada nos vale el progreso, la tecnología o los avances sociales si nos atenazan la avaricia, el terror, la insolidaridad, la indiferencia o la injusticia, ingredientes que conducen directamente a las guerras. Por eso la frase de Luís Callejón trasciende las propias palabras y nos ayudan a reflexionar con él y sobre ellas.

Conocí a don Luís Callejón hace algunos años en la feria de turismo de Torremolinos, EUROAL en el transcurso de la asamblea de VISION, y allí mismo me di cuenta de su talante conciliador y del aporte de sus ideas certeras para paliar cualquier desencuentro. Su voz sonaba segura y fuerte mientras sus ojos acariciaban la mirada de los asistentes. No sabía quién era Luís Callejón hasta aquel momento y al poco, se me informó de su trayectoria profesional, de su labor por el turismo en la Costa del Sol a lo largo de varias décadas y del impulso que él mismo ha supuesto para la economía de toda Andalucía y por ende, de todo el país.

Me dio la sensación de que don Luís Callejón hacía suya esa máxima que dice “nunca vendas lo que tú no comprarías” y don Luís no tuvo inconveniente, a lo largo de su trayectoria profesional de vender su tierra a propios y extranjeros porque como él decía, desde su más tierna infancia, fue consciente de que vio la luz en un lugar privilegiado y único al que miles de personas, no solo quieren llegar sino, en muchos casos, permanecer.

Luis CallejonA la Costa del Sol la adornan, no solo su mar y sus playas, su clima y su sol, sino el carácter de sus gentes. “A los andaluces nos cuesta mucho ser antipáticos” o lo que es lo mismo, no sonreír, decía Luís Callejón...

Fueron muchos años los que refrendaron el buen hacer de Luís Callejón, como fueron muchas las empresas turísticas donde prestó sus servicios y sus consejos como Hotel Skol, Hotel Alay, Hotel Castillo de Santa Clara, el Hotel Andalucía Plaza y el ya legendario Hotel Pez Espada. Asimismo, participó activamente como asesor en los desarrollos turísticos internacionales de Cuba, México o el sur de Hainan-Sanya en China.

Escribir el nombre de Luís Callejón en Google nos informa de su vida y de su quehacer en el mundo turístico así como del reconocimiento a su labor por parte de instituciones públicas o privadas como de innumerables personalidades que confiaron en su trabajo. Por ello, le agasajaban, le adoraban y los homenajes se multiplicaron, tanto en la Costa del Sol como allende nuestras fronteras.

Volví a coincidir con don Luís Callejón hace algún tiempo en la en la feria de turismo de Ecuador, FITE. Allí pude saludarlo personalmente y compartir una breve, pero agradable conversación. Su entusiasmo por el mundo del turismo quedó patente en todo momento. Incluso me sugirió, al conocer mi amor por la literatura, que participara en un certamen turístico sobre la costa del sol, pero el tiempo y las obligaciones mandan más y la cosa quedo en intenciones por mi parte.

Dirigió, con gran criterio, el Palacio de Congresos y Exposiciones de Torremolinos con una impecable organización y entusiasmo que se contagió a todo el equipo de EUROAL. Y todo ello, en medio de una crisis severa que ha asolado a nuestro país pero que don Luís Callejón sabía que el turismo es lo único que podía paliarla porque “es muy difícil que la Costa del Sol se hunda como destino turístico preferencial de Europa porque es como un gran corcho que no hay forma de hundirlo”.

Aunque a veces las noticias de corrupción rebasaron nuestras fronteras como ocurrió en Marbella, las preferencias de los viajeros siempre tienen los ojos puestos en la Costa del Sol porque no sólo encuentran ese sol y ese clima, esas playas limpias y ese trato amable y necesario, sino también una historia de siglos donde se mezclan culturas y civilizaciones que han dejado un legado histórico y arquitectónico asombroso que se remonta a la Prehistoria de la Península Ibérica. En suma, un crisol de culturas que, a buen seguro, don Luís Callejón tenía siempre presente a la hora de diseñar las pautas a seguir para hacer de la Costa del Sol el lugar más deseado. Él mismo lo manifestaba al decir que aunque conocía el ochenta por ciento de los destinos turísticos no había encontrado otro mejor que la Costa del Sol.

Desde aquí, me atrevo a apuntar un nuevo eslogan: “La Costa del Sol: destino de felicidad”, la misma que le deseo a Luís Callejón en su último destino

Descansa en paz., mi buen amigo y querido, Luís Callejón.

 

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