Seis años de minucioso trabajo de investigación han conseguido rescatar importantes documentos y referencias sobre la presencia judía en Zamora lo que ha dado como resultado que, desde la Cámara Alta, la senadora por el PP de Zamora, Clara San Damián, concienciada con esta causa, haya solicitado ante la Comisión de Cultura un Museo Sefardí para Zamora y así poder conservar y difundir el rico legado hispano-judío de la provincia.
Una iniciativa que ha sido muy bien acogida por Jesús Jambrina, director del Centro Isaac Campantón quien desde hace varios años desarrolla un arduo trabajo de investigación y divulgación del judaísmo zamorano y que ha llevado a cabo, no solo en la ciudad sino en diferentes puntos de la provincia. Al respecto, conviene destacar el interés que ha suscitado este trabajo en cientos de zamoranos que ignoraban el protagonismo de las comunidades judías en Zamora y también sus propios orígenes. Desde hace algún tiempo, muchos de estos zamoranos indagan en los archivos para recabar información sobre sus apellidos y orígenes judíos.
Esta nueva iniciativa de Clara San Damían, de interés general, se une a la ruta turística cultural que se puso en marcha hace algunos años y que transcurre por cinco puntos de la ciudad en los que hubo importante presencia judía. Precisamente, Jesús Jambrina, acaba de publicar un libro: “Los Judíos de Zamora. una cronología anotada”, donde deja constancia sobre la presencia hebrea en la provincia. En un meticuloso trabajo de documentación cronológica el libro nos lleva a descubrir, a través de varios siglos, importantes personajes con nombres y apellidos que fueron dejando su impronta en Zamora. Son pocos los nombres de mujeres que alcanzaron algo de protagonismo, hay que reconocerlo y que nos gustaría saber más al respecto.
Por poner algunos ejemplos, el primer registro de una sinagoga en tierra zamorana lo tenemos en 1283, bajo el reinado de Sancho IV. Además, se encuentra registrada una Academia Talmud-Torá, un cementerio, una imprenta hebrea y dos juderías importantes. En Zamora se encontraba uno de los barrios judíos más relevantes, incluso con mayor notoriedad en 1492 que las aljamas de Toledo, Segovia o Ávila. No podemos olvidar que el valenciano Vicente Ferrer eligió Zamora para realizar su apostolado de conversión de los judíos y es, precisamente a la información sobre su esfuerzo, que sabemos sobre una sinagoga mayor en Zamora desde inicios del siglo XV. También hay que destacar que cerca de 30.000 judíos castellanos y leoneses transitaron hacia Miranda do Douro, una cifra más que importante a tenor de los alrededor de 200.000 judíos en toda España que tuvieron que abandonar sus hogares para huir de la persecución y dirigirse hacia Portugal.
Así mismo, en el siglo XV, Zamora fue un núcleo clave en el que se formaron intelectuales y filósofos de gran relevancia. Todo este legado, de indiscutible importancia, hoy ya documentado, merece un espacio digno que esperamos se consolide. Para sede del Museo Sefardí se han apuntado algunos lugares, como por ejemplo, las Aceñas de Cabañales, recuperadas recientemente y sin utilidad, y ya con algunas acciones vandálicas que se ceban con los lugares abandonados. También existen otros dos sitios muy importantes porque fueron antiguas juderías, uno en la calle de San Cipriano, donde se ubica el edificio del Museo de las Ciudades Medievales y otro en el marco de la Catedral, en la Casa de los Gigantes. Cualquiera de estos espacios sería una magnífica locación para el Museo Sefardí de Zamora.
Esta noticia es un atractivo más para incrementar el turismo que crece día a día, atraído por el gran potencial de esta provincia, por su oferta cultural y artística, por sus paisajes y, cómo no, por su gastronomía.
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