Martes, 09 Enero 2018 18:31

Que pasaba hace Cuarenta Años

Que pasaba hace Cuarenta Años

Concha Pelayo

 

 

 

 

 

Cadenas de radio, televisiones o prensa escrita, se empeñan en estos días en recordar lo que pasaba en nuestro país hace cuarenta años, se empeñan en que recordemos lo que hacíamos nosotros en aquél entonces cuando estrenábamos Constitución y España comenzaba a andar con paso firme, recién estrenada la libertad y las ilusiones.

 

¿Que qué hacía o pensaba yo entonces? Pues había empezado a publicar mis primeros artículos de opinión en la prensa local y ahora, vistos con la distancia del paso de los años, recuerdo aquél tiempo con nostalgia, con la sensación de que las ilusiones de entonces ya no son las mismas, pero sí lo son, sin embargo, las ganas de saber y conocer. La curiosidad todavía latente.

 

De aquellos mis primeros artículos rescato uno fechado en 1981 y publicado en La Opinión-el Correo de Zamora, en el que me refiero al ilustre filósofo y profesor Agustín García Calvo quien estuvo muy presente en mi vida en aquellos años como compruebo al repasar mi propio archivo. Lo titulo “CONFERENCIA DEL PROFESOR AGUSTIN GARCÍA CALVO” y dice así:

 

“El pasado día 27 en el Colegio Universitario, una vez más, el profesor Agustín García Calvo pudo deleitar a un nutrido auditorio con su ya habitual conocida oratoria para hablar sobre la poesía y más concretamente para hablar sobre la poesía de Virgilio del que, actualmente, se conmemora el bimilenario de su nacimiento”.

 

“En su conferénciale profesor presentó diferentes aspectos pero destacó, primordialmente, sobre el qué y sobre el cómo de la poesía misma y de por qué muchos autores contemporáneos cuidan, sobre todo, la temática o el mensaje, dejando un poco de lado, incluso abandonando, la exposición del mismo".

 

“Adujo el profesor que la poesía, si se precia de serlo, ha de seguir una métrica determinada; hay que saber decir –aunque sea lo mismo- de diferente manera, para que no se haga de la poesía un lenguaje de la calle, una narración. Para ello y, como en otras ocasiones, ejemplarizó el profesor , pero en ésta, experimentó con el público repartiendo entre los asistentes unos versos de Las Geórgicas de Virgilio en original, en latín y que él fue traduciendo al castellano para hacernos ver lo pueriles y prosaicos que resultaban en su contenido, precisamente, porque la poesía había quedado convertida en prosa".

 

“En cambio, estos mismos versos recitados por el profesor en la lengua de origen, dando, en su declamación, la fuerza, entonación y dicción correctas, cómo cobraban vida y belleza y de cómo lo que antes parecía prosaico y pueril, se convertía ahora en fantástico y erudito”.

 

“Demostró con el experimento que lo importante al crear un verso se debe dar preferencia, siempre, al modo, a la forma en que se mezclan y enlazan las palabras, no dejando nunca de lado, naturalmente, aquello que se siente”.

 

“En otros aspectos de la conferencia glosó el profesor sobre la importancia en que hoy día se da a las conmemoraciones, ya sean centenarios, milenarios, fechas de nacimiento o muerte de personajes importantes de la música, de la literatura, etc. y de que cuanta más publicidad se les da, tanto mayor es el riesgo de que nunca se les llegue a leer. En contraposición, y paradójicamente, de cómo una obra, nunca o casi nunca, pudiera reconocérsele a un sujeto anónimo".

 

“Más adelante reflejó características de la personalidad de Virgilio que si, al principio, dejó entrever su posible nimiedad o puerilidad sobre el contenido de su obra, dejó patente la sensibilidad y encanto de que Virgilio rodea a toda su poesía”.

 

“Así fueron transcurriendo durante hora y media los puntos expuestos que si, a simple vista, estuvieron revestidos de depurada técnica, buen saber y mejor decir del profesor, hicieron que el público asistente saliera satisfecho, lamentando no presenciar el coloquio que suele desarrollarse a continuación y que tuvo que suspenderse debido a lo avanzado de la hora”.


Y así dejaba yo pasar, apaciblemente, mis días hace cuarenta años. Casi nada.

 

 

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