Martes, 05 Diciembre 2017 06:57

La conectividad del transporte aéreo en Latinoamérica y el Caribe.

La conectividad del transporte aéreo en Latinoamérica y el Caribe.

Willian Bracho

 

 

 

 

“La Conectividad del Transporte Aéreo en Latinoamérica y el Caribe, una materia pendiente”

Antecedentes.
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la palabra “Conectividad” significa la capacidad de conectarse o hacer conexiones. En un mundo globalizado la conectividad es un imperativo para el transporte en general y muy particularmente para el transporte terrestre y el aéreo. Europa ha logrado una extensa integración económica gracias, entre otras cosas, a la extensa red interconectada de ferrocarriles, carreteras, transporte aéreo y marítimo, y esto ha permitido el acceso a prácticamente cualquier población o puerto. El caso de Latinoamérica y Caribe es distinto ya que su geografía es mucho más extensa y compleja, y el Mar Caribe contiene muchas islas por integrar a la región.

 

El gran desarrollo del transporte aéreo en Latinoamérica se produce en la segunda mitad del siglo XX, época durante la cual los Estados impulsaron la creación de sus líneas aéreas internas e internacionales, su principal objetivo era conectar las capitales nacionales y regionales y a éstas con otras capitales del continente y del Caribe, el mercado era importante, pero no necesariamente era el factor decisivo para la apertura de una ruta comercial internacional, ya que las relaciones políticas internacionales y especialmente las regionales pesaban mucho a la hora de una toma de decisión. Además, para que pudiesen establecerse rutas regulares entre ciudades de dos países, era necesario que existiese un convenio de transporte aéreo entre los mismos, y que las dichas rutas estuviesen contempladas en ellos. Después de la segunda guerra mundial, como consecuencia de la creación de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) en diciembre de 1944, se desarrollaron los Convenios Bilaterales de Transporte Aéreo, y a través de los mismos se inició la conexión de capitales de los Estados Latinoamericanos y Caribeños.

 

El Problema.
En pleno siglo XXI todavía un importante número de capitales y/o ciudades principales de países de la región, no tienen conexiones aéreas directas con otras capitales de latinoamericanas y del Caribe, notándose, en general, poca conectividad entre los países continentales como entre las numerosas islas del Caribe, teniendo los viajeros por recreación, negocios o asuntos de gobierno, que utilizar dos o tres vuelos para llegar a sus destinos, estas conexiones a través de dos o más escalas son generalmente más costosas y con largos tiempos de espera en aeropuertos intermedios; por ejemplo, un pasajero que desee viajar desde Manaos, Brasil, hasta Bonaire, Antillas Holandesas, probablemente tenga que hacerlo vía San Pablo, Brasil, para después ir vía Bogotá, a Cartagena y desde allí conectar hasta el destino. Una familia que necesite viajar desde Kingston, Jamaica, hasta Montevideo, Uruguay, seguramente tendrá que viajar a Miami o a Panamá para poder buscar conexión por esas vías. Viajar desde Martinica, Antillas Francesas, a cualquier ciudad Latinoamérica o del Caribe occidental, es una verdadera aventura.



En general, la insuficiente o inexistente conectividad aérea entre ciudades latinoamericanas y caribeñas genera una falta de facilitación para turismo y el comercio exterior por lo que un importante número de personas y mercancías dejan de transportarse por esta vía y se genera una pérdida importante de horas-hombre en los negocios y otras actividades públicas o privadas. Lo anterior tiene mayor gravedad si nos percatamos de que no existe una red ferroviaria internacional que conecte a los países de Suramérica, Centroamérica o Norteamérica, o a estos entre sí, y que la red de carreteras a pesar de que existe y está interconectada, todavía tiene grandes limitaciones como por ejemplo el denominado “Tapón del Darién” entre Colombia y Panamá, que no permite la continuidad de la carretera panamericana y de hecho aísla por vía terrestre a Centroamérica de Suramérica. Tampoco existe una red de servicios regulares marítimos que una a las islas del Caribe.

 

Continuará...

 

 

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