El “Municipio” es la principal manifestación del gobierno local en toda Latinoamérica y el Caribe, dicha institución fue traída por los conquistadores españoles al nuevo continente y su estructura se replicó rápidamente en todo su territorio; varios historiadores coinciden en que el primer Ayuntamiento o Gobierno Municipal de la América continental se instauró en la ciudad de Veracruz, México, buscando emular a los Cabildos españoles, y teniendo buena aceptación como forma organizativa primaria del poder público. Las competencias municipales, establecidas en la Constitución y las leyes de cada país, están todas vinculadas con el entorno urbano en el cual se desempeña la Autoridad Municipal, así, son atribuciones básicas de los mismos la definición del plan de ordenamiento urbano local; vialidad, señalización y transporte urbano; salud y sanidad; ornato; ambiente, aseo, limpieza y saneamiento; catastro; seguridad pública; paisajismo; cultura popular; ferias y exposiciones; recreación y turismo local, (entre otras). Como se puede observar, prácticamente todas las competencias tienen que ver, directa o indirectamente, con la actividad turística.
En el territorio municipal es donde se ejecuta la acción de los visitantes nacionales y extranjeros, por tanto, cualquier promoción internacional, regional o nacional que se haga sobre un sitio, ciudad, región o país, destinada a motivar y captar turistas, finalmente logrará que estos aterricen en un municipio, de allí la inmensa responsabilidad de estas células organizacionales en el desarrollo turístico de un país. Imaginemos a un conjunto de personas que motivados por una campaña promocional colombiana (“Colombia la tierra de la Sabrosura”) deciden viajar a dicho país y en su itinerario incluyen a Cartagena, Medellín y Bogotá, tres importantes ciudades capitales de municipios con el mismo nombre; dichos visitantes conocerán Colombia a través de la imagen que les muestren dichos municipios, la cual será buena o mala según los municipios cumplan cabalmente con las atribuciones que les son propias. Los temas derivados de la atención en puertos y aeropuertos (Inmigración y Aduanas), cuya competencia normalmente es nacional y/o regional, es de pequeñas proporciones al lado de todo aquello que es responsabilidad del municipio. Visto lo anterior, hay que reflexionar sobre el papel que los entes locales juegan y como estos capacitan a sus funcionarios para poder tener una visión holística del turismo, comprendiendo como cada una de las atribuciones municipales convergen en pro de esta actividad.
Simultáneamente hay que agregar que no todos los municipios poseen vocación turística, ya que esta depende, por una parte, de la oferta de recursos naturales subyacente, y de la importancia histórica del turismo local en los ingresos de la población, pero, cualquier municipio puede promover y/o desarrollar recursos artificiales para atraer el turismo, me refiero a zonas gastronómicas, granjas de turismo rural, ferias y exposiciones, incentivos para el desarrollo hotelero, parques de atracciones mecánicos o de agua, y en general cualquier actividad que sirva de atractivo para motivar a los viajeros a visitar dicho municipio.
Por último, cabe destacar que los municipios deben trabajar para lograr disminuir la pobreza y el turismo es uno de los mecanismos que pueden ser utilizados con mayor efectividad promoviendo el emprendimiento directo (actividades operativas turísticas) o indirecto (manufactura de comidas, bebidas, artesanías, etc.), actividades estas que generan autoempleo, consumo de insumos locales, y en el tiempo, impuestos municipales, empleo para la comunidad, y mayor flujo de visitantes.
Los municipios latinoamericanos tienen en el turismo un reto importante.
Otros Artículos del Columnista