Colaboración: Sagrario Chamorro Argeñal
Ilustración y Publicación: Juan Flavio Orozco V.
Gracias al buen amigo Rodrigo (Jordán Mejía), un enamorado de su linda y espectacular Colombia, puedo ofrecerles una opinión experta y profesional sobre su futuro turístico ya que el lunes 28 terminó mi primer periplo por una pequeña parte de estas bellas tierras suramericanas, regresando al Centro de América (Nicaragua).
Nos dice Rodrigo que "cuando se habla de Colombia hay conceptos e información errada, ya que sus dirigentes no han tenido la valentía, el arrojo, la visión y el enfoque empresarial para dinamizar sus políticas promocionales" aclarándonos que con un poco de optimismo y con sus innumerables ofertas y servicios, "Colombia seria uno de los destinos más visitados de América".
Este domingo Rodrigo nos cita municipios de departamentos poco conocidos; "ya que hay muchas personas que automáticamente relacionan a Colombia con su Capital, Santa Fe de Bogotá, denominada 'La Atenas Suramericana' por algunos, o con Cartagena de Indias, espectacular ciudad preñada de cultura e historia centenaria o Medellín, la Capital ‘paisa’ reconocida como una de las ciudades más innovadoras del Mundo, o con mi Cali querida, recientemente elegida por 'Aces Europa' con méritos sobrados, como la Capital Deportiva de América".
Jordán, nos recuerda que "la Geografía de esta tierra, ubicada al norte de Suramérica, posee múltiples destinos que son poco conocidos y menos frecuentados con una diversidad de climas, vegetación, paisajes, gente amable y manjares gastronómicos diversos; puntos que nacen en el Oriente en la 'Piedra del Cocuy', hasta el punto más occidental por allá en 'Cabo Manglares' y por el Norte con San Andrés, Islas sobre el Caribe Colombiano, o en la parte continental en 'Punta Gallinas' ubicada en la península de 'La Guajira' hasta el más austral, el departamento de Nariño con su capital ‘Pasto’, reconocida entre otras cosas por los templos, algunos de ellos construidos hace más de 500 años".
Nos describe el Carnaval de Negros y Blancos de Pasto, con el que los nariñenses celebran su comienzo de año, el que en el 2019 fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco, importante reconocimiento para la ciudad del sur del país.
El Carnaval de Negros y Blancos tiene su origen en la fusión de múltiples culturas y expresiones, correspondientes a los Andes, la Amazonia y la cultura del Pacífico. Esta tradición se remonta al siglo XVI que con sus desfiles y lujosas carrozas cubiertas de la más esplendorosa creatividad, imaginación y desempeño cultural, la hacen única.
Los paisajes Nariñenses, se asemejan a una colcha de retazos, minifundios cultivados con maíz, arveja, papa, café entre otros que hacen de esas bellas tierras un atractivo especial, pero lo imposible dejar de visitar es el 'Santuario Basílica Menor de Nuestra Señora del Rosario de Las Lajas' en Ipiales, con un estilo Neogótico de 27.5 metros de altura, alcanzando la torre los 100 metros de alto, que comenzaron a trabajar en 1795 con piedra de cantería gris y blanca que se utilizó para su construcción y los escasos ingresos que percibía la parroquia aunado al trabajo de las propias manos de los habitantes y la amplia cooperación de varios arquitectos ecuatorianos; finalizada en su estado actual en agosto de 1949 está catalogada como una de las más bellas del mundo. En Nariño encontramos también las aguas termales de Ipiales y La Cruz; la Laguna de la Cocha, la isla de La Corota y el nevado de Cumbal.
Boyacá, departamento ubicado en el centro de nuestra República, tiene todos los pisos térmicos. Ahí se encuentra Tota, el segundo lago navegable más alto de Suramérica; el Salto Candelas, la segunda caída de agua más grande del país y el Ritacuba Blanco, tercer pico más alto de Colombia, en la sierra nevada de El Cocuy, Güicán y Chita.
Siguiendo con Boyacá, tenemos a Villa de Leyva, un pueblo de calles empedradas con una vida nocturna muy activa y por supuesto su inigualable Plaza Principal que lo convierten en un destino obligado. En agosto se celebra el 'Festival del Viento y Las Cometas', en noviembre el del 'Cine Independiente' y en diciembre el llamativo 'Festival de Las Luces'.
En Monguí, municipio tranquilo y alejado de ansiedades y presiones, la temperatura puede bajar en la noche hasta 5°C y sus construcciones datan del siglo XVII, está a 97 kilómetros de Tunja, capital del departamento, destino perfecto para desconectarse del estrés de las grandes ciudades.
Nobsa, por su parte, fue un territorio indígena caracterizado por su tradición en los tejidos. Se celebran los festivales de la ruana, la carranga y vallenato.
Ráquira está catalogada como la capital artesanal de Colombia y es realmente alucinante, sus calles están llenas de cerámicas, tejidos y ¡mucho color!
Y para terminar está Paipa, ubicado a más de 2,500 metros sobre el nivel del mar, tierra mejor conocida por sus termales y sus actividades de bienestar, tiene una temperatura promedio de 13°C y está a solo 3 horas de Bogotá. Como otros municipios de Boyacá se caracteriza por su arquitectura colonial, por hermosos y verdes paisajes y, sobre todo, por la amabilidad de sus pobladores.
Otros Artículos del Columnista