Este artículo intenta bosquejar lo que es necesario hacer en el turismo, para que se convierta en una de las actividades económicas y culturales más importantes del país y que contribuya de manera efectiva a nuestro desarrollo. Para conocer mejor lo que nos espera en materia turística es necesario ubicarse dentro de las actuales tendencias de la economía mundial y sus perspectivas, a fin de fijar mejorar los niveles de competitividad que debemos alcanzar en nuestro producto turístico. Los organismos internacionales señalan que los países en vías de desarrollo, para salir de su situación, deben diversificar y multiplicar sus exportaciones incluidos los servicios.
En este contexto, podemos afirmar que el Perú tiene innumerables recursos turísticos, siendo éstos los elementos fundamentales para el desarrollo del sector. Sus numerosos restos arqueológicos, vestigios de Culturas Pre-Inca e Inca, su herencia colonial, su mega biodiversidad, extenso litoral, importantes ríos y lagos, la existencia de culturas vivas y la gastronomía, evidencian que es necesario consolidar lo que tenemos y es posible desarrollar diversos productos turísticos competitivos.
Es indudable que el turismo es importante para el progreso económico y la reducción de la pobreza, sin embargo, también está claro que la relación entre el turismo y el crecimiento económico y la reducción de la miseria no es automática, sino que depende de que el turismo genere oportunidades de empleo y estimule el desarrollo de la infraestructura básica, como carreteras e instalaciones portuarias y aeroportuarias, entre otras.
Actualmente la demanda mundial, prefiere los viajes de vacaciones, recreación, cultura y naturaleza; recursos que el Perú posee en abundancia. Esta ventaja competitiva nos permite identificar reales alternativas de desarrollo. Basta precisar solamente que hacia el horizonte a nivel mundial al año 2030, se tiene una proyección aproximada del turismo internacional de alrededor de 1,600 millones de llegadas internacionales, previsiones que implican la existencia de un potencial para la expansión del turismo en las próximas décadas, lo cual beneficiará tanto a destinos maduros como emergentes.
Es momento de ser muy conscientes, el Perú cuenta con un potencial suficiente como para convertir a la actividad turística en un real generador del crecimiento y desarrollo económico, básicamente por la gran diversidad de atractivos aún no explotados. Además, el turismo ofrece grandes oportunidades para la inversión privada, sin embargo se requiere de una estabilidad económica y social, de un planeamiento para el desarrollo de tales atractivos y de un marco regulatorio apropiado.
A pesar de que el turismo peruano se ha venido recuperando en la última década, en términos de llegadas de visitantes, ingreso de divisas y generación de empleo, existen aún múltiples problemas que superar. Por lo que en cualquier diagnóstico del turismo, se debiera considerar el escaso crecimiento de la oferta turística, la baja competitividad turística y la falta de trayectoria de una política estable de mediano y largo plazo.
Pero los problemas trascienden el turismo, cabe mencionar que un producto turístico trae consigo una serie de características como son, accesibilidad, alojamiento, lugares de esparcimiento, costumbres del lugar, gastronomía, seguridad, los servicios de salud, etc., por lo que en turismo el producto se tiene que concebir como un conjunto de servicios y de actividades que satisfacen al turista durante su visita.
Más allá de situaciones por resolver, en el Perú la planificación y gestión del espacio turístico constituyen un requerimiento esencial para el desarrollo de la actividad turística, puesto que sólo así es posible garantizar por una parte, la correcta integración del turismo en la economía, sociedad, cultura y medio ambiente locales, y por otra, la adecuada satisfacción de la demanda turística, elemento indispensable para la viabilidad económica de los proyectos turísticos en un mercado de competencia creciente como el de nuestros países.
La planificación vela por un uso racional de los recursos naturales pero también aporta las estrategias de actuación para poner en valor recursos turísticos de acuerdo con su potencialidad y establece las líneas maestras para la consecución de un desarrollo turístico sostenible. Tratándose de un turismo como el peruano es menester priorizar un tema tan importante como la planificación, tratando que ésta no se reduzca a la formulación de un buen documento técnico, sino que por sobretodo se aplique todo lo previsto para el logro de los objetivos y estrategias planteadas.
Ahora que nuevos aires han llegado en materia de política turística, se requiere de un nuevo modelo de planificación, como el desarrollado por los estudios de prospectiva que permiten la identificación, anticipación y proyección de tendencias en los campos sociales, económicos y tecnológicos, utilizando métodos interactivos y participativos de debate. Para ello es crucial identificar una visión estratégica que no resulte utópica sino que reconozca y explique sus implicancias para las correctas decisiones y acciones del día a día.
La prospectiva está concebida para la acción, pues ahí es donde se concreta el futuro, no es ficción, influye decididamente en las decisiones y los acontecimientos. Solo si logramos construir el futuro de manera compartida, alcanzaremos niveles de trascendencia y desarrollo personal y social, que nos permitan alcanzar el bienestar social por muchos años anhelado.
¡No debemos esperar que el mañana ocurra, porque entonces actuaremos demasiado tarde!
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