Domingo, 15 Abril 2018 17:08

Turismo Motor de Crecimiento y Desarrollo

Turismo Motor de Crecimiento y Desarrollo

Jose Soto

 

 

 

 

 

 

EL TURISMO: UN MOTOR DE CRECIMIENTO Y DESARROLLO ECONÓMICO

 

Superados los críticos momentos por lo que atravesamos, es hora de plantear algunas ideas, sobre lo que puede constituirse en el motor de crecimiento y desarrollo económico que requiere el país. En ese sentido, el turismo es una de las actividades con mejores perspectivas de desarrollo por lo que su priorización permitiría avizorar un serio dinamismo de la actividad turística nacional, a partir del impulso de sus productos turísticos.

 

Para ello, es importante señalar que el mencionado dinamismo sea fruto de un trabajo conjunto y articulado de todos los agentes involucrados con la actividad, por ende no correspondería realizarla de manera aislada, porque el turismo es una actividad multisectorial y por ello requiere del trabajo armónico de muchos agentes económicos.

 

La forma de desarrollar productos turísticos se basa en el análisis de las tendencias y los gustos del mercado, por lo que necesita la utilización y el análisis de los estudios de mercado más recientes, que permitan la fijación de políticas y estrategias de corto y mediano plazo.

 

En este punto es necesario diseñar uno o varios productos turísticos, de manera que se defina adecuadamente el tipo de producto turístico elegido, ya sea de naturaleza, cultura, aventura, deportivo, etc. El producto debe de tener una identidad y una vinculación con la población local que facilite su posterior posicionamiento.

 

En el Perú se hace necesario el desarrollo de productos turísticos bandera que comprendan rutas, circuitos o atractivos de gran significación que sirvan como polos de atracción a un destino turístico y constituyan el eje de toda la actividad turística, para lo cual son necesarias consultas con todos los interesados y coordinación entre los niveles centrales, regional y local, sumado a los intereses del sector privado, de manera de conformarse un equipo articulado con una visión clara del futuro.

 

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Sin duda, el país requiere de una mejor estrategia de desarrollo del turismo, relacionada con gran variedad de productos turísticos que podría implementarse a través del establecimiento de un red de zonas de desarrollo turístico, dado que la división de un destino en varias zonas turísticas con fines de desarrollo de productos turísticos, puede ser un medio eficaz para expresar las fortalezas del mismo y la garantía de alcanzar niveles más altos de calidad.

 

A pesar de lo existente, se requieren normas o lineamientos que faciliten la integración plena de los numerosos componentes, por ejemplo, infraestructura y oferta de servicios públicos, capacitación, desarrollo de recursos humanos, marketing y promoción, sin descuidar los problemas en los que está envuelto la actividad turística, como por ejemplo la trata de personas con fines de explotación sexual, que se desarrolla en el ámbito del turismo dado que esto es una tarea pendiente.

 

Se deben reconocer los avances, pero es necesario que el destino Perú se apoye en el desarrollo de intervenciones eficientes y oportunas que se constituyan en un medio dinamizador de las economías regionales y locales, a través de la formulación y aprobación de planes de desarrollo turístico y la creación espacios de gestión sostenibles y competitivos , para lo cual es muy importante como paso previo la formulación de una línea base y un diagnóstico que proporcione información confiable y oportuna de la realidad turística a transformar, dado que sólo podemos cambiar aquello que realmente conocemos.

 

Ha llegado el momento de dotar a los municipios efectiva o potencialmente turísticos con una serie de medidas que posibiliten al visitante vivir su inolvidable experiencia turística con total garantía, para ello es crucial que los atractivos turísticos y los establecimientos privados permitan contar con las condiciones de acceso y circulación, aún a pesar de nuestro muy diverso territorio y clima.

 

Mejorar la competitividad a través de la calidad es un elemento imprescindible para el desarrollo turístico, por lo que se hace necesario mejorar las infraestructuras y los servicios públicos que inciden directa o indirectamente en el turista en la adecuada prestación de los servicios. La apuesta por la calidad implica la mejora o modernización de los establecimientos y la implantación de nuevas tecnologías, que eleven la competitividad, incluyendo parámetros de gestión de calidad, con el objetivo último de lograr la máxima satisfacción del cliente.

 

El reconocimiento del carácter estratégico del turismo se basa en el creciente peso que adquiere la actividad turística dentro del conjunto de la economía y su capacidad de generar divisas actividad y empleo.

 

Un requisito previo para la actual planificación turística del Perú es lograr el equilibrio entre las distintas necesidades y los diferentes actores participantes, generando confianza entre ellas, por ello podemos reconocer que el proceso de consulta y consenso es un elemento de importancia crucial en la mejora de los productos turísticos.

 

El desarrollo de circuitos o rutas turísticas no consiste simplemente en montar un conjunto de recorridos basados en la ubicación de distintos atractivos, sería preferible que exista un tema o interés que las integre. La creación de rutas también es importante para facilitar el desarrollo del turismo fronterizo.

 

Un tema muy sensible, pero de la mayor importancia, es la situación de la cooperación público-privada en turismo, tema que debería implicar la transferencia de la totalidad o parte del riesgo al sector privado, pero siempre con acompañamiento del Estado. Un destino competitivo y sustentable exige la existencia de relaciones sinérgicas entre todos los actores directa e indirectamente implicados en la cadena de valor de turismo, ello contribuye a un enfoque más razonable sobre el tipo de desarrollo a lograrse.

 

El gran desafío es el transformar el crecimiento experimentado a lo largo de décadas, en un proceso duradero, que apunte a un desarrollo sustentable, más equitativo y realmente incluyente, que es posible si hacemos lo correcto.

 

En este contexto, la planificación es la llave que puede abrirnos la puerta de ese futuro que todos anhelamos. La opinión sobre la planificación, así como sus procesos, métodos y técnicas han experimentado cambios sustanciales, por eso el mayor reto consiste en que la nueva planificación se consolide como un instrumento de la política de desarrollo.

 

Ello implica el fortalecimiento de la capacidad del Estado para ejecutar un plan de transformaciones, que comprende responsabilidades para todas las instituciones: gobierno, empresas privadas, municipalidades, universidades y sociedad en general.

 

Todo esto hace necesaria la consideración del mediano y largo plazo en la elaboración de una política pública nueva y necesaria en un mundo cada vez más globalizado.
Los escenarios que se vislumbran en un horizonte plantean como tareas necesarias la planificación prospectiva y la gestión pública moderna.

 

 

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