CLUSTER UNA ALTERNATIVA PARA FORTALECER LA COMPETITIVIDAD I: Marco conceptual
En los últimos años se ha notado una creciente tendencia, tanto en España como en Iberoamérica, hacia la creación de los clusters para el fortalecimiento de la competitividad de los destinos turísticos. Tendencia esta que nos motivó a escribir una serie de artículos, en los cuales hacemos algunas reflexiones sobre la aplicación y el verdadero alcance de los mismos en el campo del turismo. Artículos que comenzamos hoy conceptualizando a este importante instrumento competitivo.
CONCEPTUALIZACIÓN DE LOS CLUSTERS
Si bien es cierto que en la mayoría de la bibliografía existente sobre clusters se adjudica la introducción del concepto a la publicación de la obra de M. Porter “La ventaja competitiva de las naciones”, en 1990, la verdad es que Porter define el concepto como tal recién en 1998 en el artículo titulado “Clusters and the new economics of competition”, publicado en la revista Harvard Business Review, Nov.-Dec. de 1998. Y lo hace de la siguiente manera: “Un grupo geográficamente próximo de compañías interconectadas e instituciones asociadas, en un campo particular, vinculadas por características comunes y complementarias. Incluyendo compañías de productos finales o servicios, proveedores, instituciones financieras y empresas en industrias conexas”
De acuerdo con esta definición, para que una agrupación de empresas pueda ser considerada como un cluster, tiene que reunir ciertas condiciones. Algunas de las cuales pasamos a detallar
- En primer lugar, debe tener una expresión espacial, la cual normalmente está determinada por la relación de cercanía o proximidad entre las empresas que conforman el grupo. Por lo que el término cluster, puede ser aplicado a una región, una ciudad, o a un destino turístico.
- Segundo, tiene que existir una interrelación entre las empresas que integran el grupo. En otras palabras, tiene que haber una relación de colaboración y cooperación entre sus integrantes. Condición esta que distingue a los clusters de las agrupaciones, llamadas conglomerados, que si bien constituyen concentraciones geográficas de empresas o de actividades, sus integrantes no necesariamente tienen que estar directamente relacionados entre sí. Aspecto este importante por cuanto frecuentemente se emplean indistintamente ambos términos como si fueran la misma cosa, cuando en realidad existente diferencias apreciables entre ellos.
- Tercero, los clusters no sólo están constituidos por empresas, sino que pueden incluir también a organizaciones o instituciones relacionadas con la actividad, por lo que existen clusters empresariales y clusters institucionales. Los primeros tienen como propósito obtener economías de escala que les permita incrementar la competitividad de sus productos o servicios, mientras que los segundos tienen como finalidad mejorar la competitividad del conjunto.
Hechas las aclaraciones que consideramos oportunas en cuanto a las condiciones que debe reunir un cluster para que pueda ser catalogado como tal, y establecida la diferencia entre un cluster y un conglomerado, tenemos que hacer mención ahora a una importante restricción que tiene el concepto de cluster, el cual no puede ser aplicado en todos los casos.
En efecto, el Grupo Especializado de la OCDE considera que “el concepto de cluster no resulta aplicable cuando las empresas pertenecen a un mismo sector, aunque existan actividades de cooperación para ciertas acciones, dado que no existen economías de escala ni de alcance. Aclarando que en este caso el término “alcance” está directamente relacionada a las economías de escala, y se refiere a la incapacidad de las empresas para involucrarse en más de una línea de negocios cuando no tienen una escala mínima de operación.
Esta restricción es particularmente importante en el sector turismo, y es precisamente una de las causas por las cuales no han prosperado los clusters empresariales en este campo, como lo veremos en próximo artículo.
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