Al considerar que todos los visitantes que llegan a los países son turistas, no sólo se distorsiona el número de turistas que estos reciben, sino que se sobre dimensiona también el número real de turistas que se mueva a nivel internacional. Hecho este que mencionáramos en un artículo anterior donde poníamos en duda la veracidad de la información sobre las estadísticas del turismo mundial que publica la OMT. Creemos conveniente fundamentar tal aseveración con algunos comentarios que ayuden a comprender porque se genera esa información errónea en cuanto al número real de turistas que se mueven a nivel mundial, explicando la problemática existente en torno a la conceptualización del turismo la cual exponemos a continuación.
Problemática de la conceptualización del turismo
La conceptualización del turismo sigue aun generando controversias, en virtud de las múltiples y variadas interpretaciones que se le han dado a este fenómeno, las cuales tienen su origen; unas, en las definiciones y conceptos brindados en las diferentes disciplinas para las cuales en turismo constituye un campo de estudio, y otras, en propósitos operacionales y estadísticos. Dichas definiciones, aunque válidas en los campos particulares de estudio de que se trate, o para cuantificar el desplazamiento de personas con fines turísticos, responden en realidad a visualizaciones parciales del turismo y no explican el significado del mismo para la sociedad como un todo. Al respecto cabe decir que si bien es cierto que no existe una definición conceptual de la actividad que haya sido ampliamente divulgada y aceptada, es también cierto que se cuenta con suficiente bibliografía, tanto de científicos como de empíricos, que han estudiado profusamente el tiempo libre y el ocio en la sociedad, mediante la cual se puede comprender el fenómeno y deducir una Definición conceptual del mismo.
En efecto, un detenido análisis de dicha bibliografía permite concluir que el turismo constituye en realidad “Una manifestación de la conducta social que tiene lugar en el tiempo libre, y que como tal, forma parte de las actividades del ocio”. Es preciso resaltar que la mencionada conducta tiene lugar en el tiempo libre, por cuanto el estudio científico del llamado tiempo social de las personas revela que en este existen cuatro períodos o tiempos diferentes, los cuales son ocupados para distintas actividades, a saber: el tiempo psicobiológico (conocido también como tiempo de vida o vital), ocupado para las necesidades psíquicas, biológicas, y el cuidado de la salud; el tiempo sociocultural, requerido para la atención de las obligaciones familiares y sociales; el tiempo socioeconómico (o de trabajo), empleado para las actividades relacionadas con el sustento económico; y finalmente, el tiempo libre, dedicado a las actividades del ocio.
Al respecto es interesante mencionar que en la pormenorizada clasificación de las actividades del ocio que realizan los sociólogos N. Elias y E. Dunning en lo que llamaron El espectro del tiempo libre, califican a los viajes vacacionales como actividades de agradable índole desrutinizadoras y (con frecuencia) multifuncional, por cuanto estos pueden ser turísticos y recreacionales a la vez.
Ahora bien, es importante destacar que en la mencionada clasificación no figuran los viajes de negocios, ni para el tratamiento médico y cura de enfermedades, por cuanto los mismos no constituyen actividades del ocio. Son actividades condicionadas que tienen lugar; los primeros en el tiempo socioeconómico por motivos del sustento económico y, los segundos en el tiempo psicobiológico por motivos de salud.
Lo expuesto entonces, son los fundamentos en los cuales basamos nuestra aseveración de que los turismos de negocios y salud no existen como tales. Aseveración confirmada además por las propias Recomendaciones internacionales para estadísticas de turismo de las Naciones Unidas las cuales en su Capítulo 3, dice claramente que “el motivo principal de un viaje se define como el motivo sin el cual el viaje no habría tenido lugar, y determina si este puede considerar un viaje turístico o no”.
Es claro de que los motivos principales de los viajes de negocios y para el tratamiento médico y cura de enfermedades, no es la práctica de las actividades turísticas o recreacionales en los lugares de destino, por lo que las personas que viajan por esos motivos no pueden ser consideradas turistas. Sin embargo la OMT en su publicación Entender el turismo: Glosario de términos, a la letra dice: “Un visitante de negocios es un visitante para el que los negocios y motivos profesionales, son el motivo principal de un viaje turístico”. Pero vamos más allá, en la misma publicación al definir los viajes turísticos dice textualmente: “... Los viajes realizados por los visitantes son Viajes turísticos”. Una prueba inequívoca de que considera que todos los viajeros son turistas.
El lector sacará sus propias conclusiones.
Nosotros reiteramos que mientras no se enmiende este error, se continuará brindando una información inexacta que genera una percepción equivocada de la verdadera significación del turismo a nivel mundial.
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