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Como era de esperar los principios de sostenibilidad, cuyos antecedentes vimos en el artículo anterior, se fueron aplicando rápidamente en el desarrollo del turismo en las distintas regiones del Mundo. En este artículo veremos cómo se fue dando su inclusión en este ámbito, con algunos comentarios que consideramos oportunos. A continuación dicho proceso.
Aplicación de los principios de sostenibilidad en turismo:
La Conferencia Euro mediterránea sobre Turismo y Desarrollo Sostenible, celebrada en Hyeres - Les Palmiers, Francia, en el año 1993, marca el inicio de la aplicación de las Recomendaciones de la Agenda 21, emanada de la Cumbre de la Tierra, y por tanto, de los principios de sostenibilidad al ámbito del turismo en la Cuenca Mediterránea. En el mismo año de 1993, la Organización Mundial del Turismo (OMT) define por primera vez el concepto de desarrollo sostenible del turismo de la siguiente manera: “El desarrollo sostenible del turismo atiende a las necesidades de los turistas actuales y de las regiones receptoras, y al mismo tiempo protege y fomenta las oportunidades para el futuro. El DST se concibe como una guía hacia la gestión de todos los recursos de forma que puedan satisfacer las necesidades económicas, sociales y estéticas, respetando al mismo tiempo la integración cultural, los procesos ecológicos esenciales, la diversidad biológica y los sistemas que sostienen la vida”
Sin embargo, no es hasta que se celebra la Conferencia Mundial del Turismo Sostenible, en Lanzarote, Islas Canarias – España, en 1995, en que se establecen los 18 principios que constituyen los fundamentos para la formulación de una estrategia mundial para el desarrollo del turismo sostenible, los cuales han quedado plasmados en un documento de consulta obligada en la definición de políticas relacionadas con el fomento y desarrollo de este tipo de turismo. En lo que respecta al continente americano, los principios de sostenibilidad en el ámbito del turismo comienzan a aplicarse en 1997, a partir de la Declaración de San José – Costa Rica, emanada del XVII Congreso Interamericano de Turismo de la Organización de los Estados Americanos, ocasión en que los Ministros de Turismo de los Estados Miembros declaran:
1. Nuestro firme compromiso con el desarrollo del turismo en el hemisferio de conformidad con las iniciativas adoptadas por nuestros mandatarios en la Cumbre de las Américas de Miami, en diciembre de 1994.
2. Nuestro reconocimiento de la necesidad de desempeñar un papel activo para asegurar el desarrollo sostenible de los Estados Miembros, de acuerdo con la Declaración de Rio y el Programa 21, adoptado en la Conferencia sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo celebrada en Rio de Janeiro en 1992.”
Cabe señalar que de acuerdo con la Carta Constitutiva de la Organización de los Estados Americanos, los Congresos Interamericanos de Turismo son Conferencias Especializadas de la OEA, y constituyen el principal foro del hemisferio para dialogar y concertar las políticas relacionadas al turismo en las Américas. Sus Declaraciones y Resoluciones, así como los planes de acción relacionados con el desarrollo del turismo en el continente, normalmente son ratificadas por la Asamblea General, máximo órgano de decisión política de la organización, y sus decisiones son vinculantes.
La citada Declaración de San José por tanto, constituye también un documento de consulta obligada en el momento de definir la política de desarrollo sostenible del turismo por cuanto en el mismo ha quedado plasmada la posición oficial de los países del continente en la materia.
Como se habrá podido observar, la aplicación de los principios de sostenibilidad en el ámbito del turismo en Latinoamérica se produce un poco más tarde que en Europa. Pero es interesante comentar que en la aplicación de estos principios no siempre se cumple a cabalidad con los fundamentos en los cuales se sustentan, como veremos en el próximo artículo de esta serie.
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