Sábado, 25 Noviembre 2017 09:53

Tras la Huella de Martin Luther King

Tras la Huella de Martin Luther King

Damian Argul

 

 

 

 

Por Atlanta, Washington y Memphis tras la indeleble huella de Martin Luther King. La lista de los grandes acontecimientos del próximo año-según Lonely Planet- incluye el 50 aniversario del asesinato en Memphis, Tennessee, del Dr. Martin Luther King Jr. Siempre sentí gran admiración por el líder y héroe de los derechos civiles y sus poderosos y emocionantes sermones y discursos. Nunca perdí la oportunidad de visitar los lugares donde dejó su indeleble huella.


Atlanta, Georgia

La ciudad de “Lo que el viento se llevó” fue mi primer contacto con el verdadero sur de los Estados Unidos, ya que en la Florida que conozco predomina la cultura internacional. Mi primera sorpresa fue llegar al Aeropuerto Hartsfield-Jackson Atlanta International, el mayor del mundo, y salir de él tan rápido como si hubiese llegado al de cualquier ciudad secundaria de estas latitudes. Atlanta es una ciudad donde se percibe la admirada elegancia sureña de excelente hotelería, una muy disfrutable gastronomía y hay mucho para conocer como las centrales de dos gigantescas corporaciones: Coca Cola y CNN.

 

Pero lo visita más recomendable e inolvidable está en el centro de la ciudad y es el barrio donde nació, vivió buena parte de su vida y ahí está enterrado el Dr. Martin Luther King. Se extiende alrededor de la calle Auburn y ha sido declarado Sitio Histórico Nacional estando a cargo del Servicio de Parques Nacionales. En él se encuentran su casa natal, varios edificios que ilustran sobre el Dr. King y el Movimiento por los Derechos Civiles ( No violento) y
su austera tumba junto a un espejo de agua con una llama votiva en su memoria.

 

Junto a la tumba la iglesia Bautista Ebenezer fue el momento culminante de esa visita. No bien se entra en ella, en penumbras, inmediatamente se enciende una luz que ilumina el púlpito y se escucha esa voz potente, inconfundible, a veces balbuceante pronunciando uno de sus más célebres sermones: “He visto mi sueño destrozarse al recorrer los Apalaches y ver a mis hermanos blancos junto a los negros vivir en la pobreza. Y me preocupa la pobreza de los blancos, como me preocupa la pobreza de los negros”.

 

Washington D.C.

La capital de los Estados Unidos está en el norte, aunque el llamado Gran Washington comprende una parte del estado de Virginia que formó parte de los Estados Confederados durante la Guerra de Secesión. Es una ciudad de mucho interés, planificada para ser agradable, pero que causa esa extraña sensación de estar en un lugar desde se irradia tanto poder.  Estuve muchas veces en Washington y acompañando grupos visité el Monumento a Lincoln en repetidas oportunidades.  Fue ahí donde el Dr. King pronunciara su más célebre discurso: “Yo tengo un sueño”. Ahí subiendo las escalinatas y junto a la gran estatua de Lincoln, otro luchador y víctima, es muy difícil no imaginar la muchedumbre al pie del monumento y recordar su atronador final: “Libres al fin! ¡Libres al fin! Gracias a Dios omnipotente, ¡somos libres al fin!". También visité la Biblioteca Memorial Martin Luther King un centro de estudios con mucho movimiento en un edificio de Mies Van der Roe. Ahí compré los antediluvianos “casettes” con sus discursos y otros recuerdos que adornaron por muchos años el cuarto de mis hijos varones.  Curiosamente La Biblioteca está siendo renovada y no abrirá hasta el año 2020, por lo que no se podrá visitar en este cincuentenario.

 

Memphis, Tennessee

Estando en Nashville, Tennessee, hice una escapada a Memphis para conocer el Museo de los Derechos Civiles. Construido en el Motel Lorraine donde fue asesinado el Dr. King, conserva intacta la escena del crimen con el balcón del primer piso y los mismos autos estacionados más abajo tal cual lo habíamos visto tantas veces retratado, especialmente aquella famosa foto de la Revista de LIFE .Solo faltaban los colaboradores de MLT señalando el lugar desde donde habían venido los disparos asesinos.

El resto del museo es apasionante, didáctico y no menos tocante. Algunas instalaciones reproducen momentos claves de la lucha de los derechos combinando figuras en tamaño natural -de color gris, todas- ni blanco ni negro- con elementos originales, proyecciones y grabaciones. Una de ellas es el ómnibus donde Rosa Parks se negó a ceder el asiento a un blanco. Dentro del ómnibus se ven las figuras de Rosa Parks y el conductor pidiendo para que dejara el asiento. Un episodio clave en la lucha contra la segregación ya que ahí comenzó el boicot de los negros contra el transporte público de Montgomery, Alabama, momento clave si los hubo.

 

Una visita inolvidable.

El broche de oro fue el almuerzo en Fourways el restaurant preferido de MLK y sus compañeros de lucha. En ese lugar lleno de fotos y recuerdos del Movimiento de los Derechos Civiles disfruté un auténtico, sabroso y abundante almuerzo soul.  Al estar en Memphis y pasar por el Elvis Presley Boulevard se imponía una visita a la mansión de El Rey, Graceland tal cual la cantó Paul Simon. Quizás demasiado sensibilizado por lo que ya había visitado, Graceland transmite esplendor, dramatismo y un gusto exgeradamente kitsch.  Cuando salí era demasiado temprano para esperar la movida de la calle Bale con sus blues del Delta del Mississippi a pleno. Me esperaba Nashville capital de la música country, conocida como Music City.

 

 

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