Martes, 07 Noviembre 2017 22:56

¿Viajeros y Viajes?

¿Viajeros y Viajes?

Francisco Muñoz de Escalona

 

 

 

 

 

 

¿Qué sería del turismo o de cualquier otro sistema productivo sin la estadística?

 

Todos los que se empeñan en producir bienes o servicios porque de ello depende el ser o no ser de ganar y prosperar son prisioneros de la contabilidad, pero no de los libros mayores o menores, sino de las cifras que reflejan lo que producen y lo que venden. Tienen por ello una vela encendida a la técnica del conteo sin la que estarían sumidos en las negras de las tinieblas.


El turismo no es, no podía ser, una excepción a esta regla. Pero, habida cuenta de que aún no han logrados los turisperitos identificar correctamente la producción, se ha refugiado en la otra vertiente, en la de la consumición. Ya que no logramos saber qué es lo que producimos refugiémonos en contar quiénes y cuántos son nuestros consumidores. De aquí que las estadísticas se hayan ocupado de ofrecernos cifras de turistas. Pero, para hacerlo, tuvo que pasar por las horcas caudinas de definir al turista.

 Estadística

La literatura especializada no es otra cosa que un escaparate de las mil y una definiciones que los turisperitos han regurgitado para tratar de conseguirlo. Que si turista es el que viaje por gusto, que si el turista es la quintaesencia del consumidor, que si el turista es el que no busca obtener un beneficio, que si el turista es un extranjero, que si…

 

La lista es interminable, pero aun así la turispericia no ceja en su empeño consolándose en la esperanza de que, si no desmaya en su búsqueda, algún día lo sabrá. Y ese día, ¡ah ese día!, ese día será un día de gloria a celebrar por todo lo alto.


El caso es que, aunque no hemos logrado identificar correctamente ni el producto turístico ni el turista, nos conformamos con aproximaciones más o menos válidas y ahí tenemos las estadísticas de turistas, las que, como FRONTOR y FAMILITUR nos ofrecen cifras que todos hemos decidido, a falta de otras mejores, dar por buenas.


Estas reflexiones me las hago porque acabo de oír en la TV que el Metro de Madrid cumple 98 años. Pues la Red de Metro de Madrid fue inaugurada el 17 de octubre de 1919 por el rey de infausta memoria Alfonso XIII, aquel que fue rey antes de nacer y dejó de ser antes de morir. Pues bien, el locutor dijo triunfalmente que Metro de Madrid mueve anualmente nada menos que quinientos millones de viajeros. Me quedé pasmado al oír tan abultada cifra. ¡Quinientos millones de viajeros! ¡Por Dios santo! ¡Pero si la ciudad de Madrid tiene 3.165.541 habitantes empadronados según datos del INE de 2016 mientras que, con la inclusión de su área metropolitana la cifra asciende a 6 543 031 habitantes! ¿Cómo va a mover el Metro quinientos millones de viajeros?

 

Metro


El truco está en que, obviamente, no son viajeros, ¡son viajes!


Poco después escuché que por Piccadilly Circus pasan anualmente ¡diez millones de personas! ¡qué barbaridad!, ¡pero si la ciudad de Londres tiene una población de 8.886 591 habitantes en 2017! ¿Es que todos pasan anualmente por Piccadilly Circus? ¿Y los que faltan hasta los diez millones son forasteros? Claro, de nuevo se trata de estadísticas con truco. No son diez millones de personas sino de pasajeros.


Y es que las estadísticas de turismo, mejor dicho, de turistas, tienen también un truco. No cuentan viajeros sino viajes. Pero todos lo damos por sabido. Y pasamos u tupido velo para disimular el truco. Así contribuimos a la gran tarea de enaltecer el turismo. Y para eso nada mejor que ofrecer unas estadísticas que asumen, sin doblez, la doble contabilidad. 

 

 

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