Martes, 09 Enero 2018 16:02

Agencias de Viajes: Por qué llamar Organización a la Producción

Agencias de Viajes: Por qué llamar Organización a la Producción

Francisco Muñoz de Escalona

 

 

 

 

 

 

Hace un par de semanas, me permití ofrecer una crítica a la forma de tratar las agencias de viajes en los manuales que se escriben para la enseñanza del turismo en escuelas, academias y facultades. Quienes los manejen saben que en ellos se sostiene que las agencias se dedican a organizar viajes. Parece como si la tarea de las agencias consistiera en la mera organización. Pero veamos lo que se entiende por organizar.

 

Según WordReference.com, organizar es. planificar o estructurar la realización de algo, distribuyendo convenientemente los medios materiales y personales con los que se cuenta y asignándoles funciones determinadas, Por ejemplo: nosotros nos encargamos de organizar la fiesta. También es usual decir: se organiza muy bien con la cantidad de trabajo que tiene. También se usa en el sentido de poner orden algo, unos papeles, por ejemplo. Sin embargo, organizar significa también hacer o producir algo, como, por ejemplo, organizar un barullo terrible.

 

Pero los autores de los manuales de turismo se refieren a organizar en el sentido de planificar, nunca en el de producir.


Veamos el significado de producir. Según la fuente citada, producir es:

 

1. Trans. Dar fruto o bienes la naturaleza.

2. Fabricar, elaborar: (producir excedentes para la exportación)

3. Rentar, dar beneficios una cosa. (También intr. estas acciones apenas producen)

4. Causar, ocasionar, originar. (También prnl.:se han producido altercados en la frontera)

5. Proporcionarlos medios económicos y equipo necesarios para realizar una (película, programa, grabación, etc.: él mismo produjo sus cortos.

6. Verbo irregular. Se conjuga como conducir. Tiene dos p. p.: uno regular, producido, y otro irregular, producto.


Sorprende que WordReference.com, y como esta web otros muchos especialistas en idiomas restrinjan el uso del verbo producir para hacer películas, programas o grabaciones. Hasta el extremo que solo llaman productora a la empresa que hace películas, espectáculos y similares.

 

Vayamos ahora al DRAE. Para nuestra autoridad lingüística, producir es:

 

1. tr. Engendrar, procrear, criar. Se usa hablando más propiamente de las obras de la naturaleza, y, por ext., de las del entendimiento.

2. tr. Dicho de un terreno, de un árbol, etc.: Dar, llevar, rendir fruto.

3. tr. Dicho de una cosa: Rentar, redituar interés, utilidad o beneficio anual.

4. tr. Procurar, originar, ocasionar.

5. tr. Fabricar, elaborar cosas útiles.

6. tr. Facilitar los recursos económicos y materiales necesarios para la realización de una película, un programa de televisión u otra cosa semejante y dirigir su presupuesto.

7.tr. Der. Dicho de una persona: Exhibir, presentar, manifestar a la vista y examen aquellas razones o motivos o las pruebas que pueden apoyar su justicia o el derecho que tiene para su pretensión.

8.tr. Econ. Crear cosas o servicios con valor económico.

9. prnl. Explicarse, darse a entender por medio de la palabra.

 

No es hasta la acepción 8 cuando el DRAE nos ofrece el significado más habitual tanto el habla cotidiana como en la que usa la economía, la de crear cosas o servicios. Pues bien, cabe preguntarse ¿por qué si todos los turisperitos admiten que el turismo es un servicio o conjunto de servicios tienen tanto pudor para admitir que el turismo se produce como se produce la electricidad, el gas, los televisores, los camiones y los coches, esos a los que los españoles hemos dado en llamar turismos. Porque, aunque no se dice producir turismo sí se habla, y mucho, de producto turístico. Incluso a pesar de que si le preguntáramos al turisperito de turno que nos dijera a qué llama producto turístico respondería sin pestañear enumerando una serie interminable de servicios, pero no uno solo, habida cuenta de que se trata de un concepto indeterminado. Indefinido.

 

Llevo más de tres décadas demostrando que la teoría sociológica del turismo, la hegemónica y ortodoxa, es incapaz de identificar uno solo y solo uno servicio al que se le pueda llamar turismo o producto turístico de acuerdo con sus características objetivas. Solo el enfoque microeconómico o empresarial tiene capacidad para dar dicho nombre a un objeto específico: el plan o programa de visitas con contenido. Los demás deberían ser catalogados como servicios auxiliares de la producción de turismo. Si así lo hiciéramos toda la confusa terminología usada por los turisperitos quedaría ipso facto clarificada: las agencias de viajes (las turoperadoras) se verían como productoras de turismo, actividad en la que consumen servicios auxiliares incentivadores y facilitadores.

 

 

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