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Si estamos en una etapa expansiva de nuestra empresa, debemos asegurarnos de contar con un equipo humano bien preparado, eficaz, experimentado y con criterio para resolver los imprevistos que inevitablemente en algún momento se presentarán. Si, por el contrario, nos encontramos en momentos de crisis, nunca los podremos superar si no contamos con un equipo humano profesional, motivado, respetado, fiel y leal a la empresa.
En ambos casos, la solución se concreta siempre en una buena estrategia o plan de formación, capaz de generar expectativas positivas en nuestros empleados, al tiempo que aseguran un funcionamiento eficiente de todos los aspectos del trabajo.
Es muy lamentable constatar cuantas empresas de nombre rimbombante, no disponen de estrategia de futuro para el desarrollo de su capital humano. Sabemos de algunas que solo tienen una oficina para gestionar posibles subvenciones y cursos gratuitos, sean de lo que sean. Un terreno muy propicio para espontáneos avispados, sin ningún o casi nulo conocimiento de las necesidades del sector. Por ello creo que debemos todos dirigir nuestras miradas hacia los países o regiones que han consolidado un potencial profesional potente que les permite avanzar y consolidar dentro y fuera de su territorio.
Aquí quiero expresar mi opinión personal pero bien confirmada, de que es más valiosa para el sector la experiencia práctica que la profusión de títulos académicos, siempre totalmente teóricos. Constatemos que los empresarios más exitosos e innovadores, pocas veces se han apoyado en sus títulos. Pero siempre han logrado un conocimiento profundo de su actividad empezando desde abajo, a veces muy abajo, y avanzando paso a paso en una carrera eminentemente práctica hacia el propio éxito y de sus empresas.
Es de mencionar que en España el menor paro juvenil se da en el País Vasco. Allí se aplica una versión actualizada del aprendizaje en la empresa (en inglés: “on the job training”). Una fórmula que nutre a la empresa de una cantera propia proveedora de un recurso humano formado a las necesidades de la empresa y su filosofía, conocedor de las normas laborales básicas, al tiempo que les asegura un futuro profesional en empresas serias y responsables.
La duda es siempre: ¿si sabemos lo que nos conviene, porque no lo hacemos?
El esfuerzo, la perseverancia y un proyecto personal de futuro son esenciales.
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