Hace años llegó a mi poder una preciosa bola de cristal. ¿O fue que me la regaló una abuelita?, ¿una bruja? El hecho es que la acabo de encontrar en mi limpieza de armarios obligada por la actual cuarentena. La encontré, la puse sobre su almohada de siempre y acabo de comprobar que aun funciona. Voy a contarles lo que le pregunté. Básicamente lo mismo que todos los profesionales del turismo se preguntan a estas alturas de la historia.
1 – ¿Sobrevivirá el turismo como lo conocemos y lo hemos disfrutado?
Respuesta: Muy difícil, pero nada es imposible. La actual etapa de convivencia cerrada que estamos experimentando nos ha demostrado que podemos sacar lo mejor de nosotros, ayudar al prójimo, acoger a todos los seres humanos en situaciones de necesidad, comprenderlos, entenderlos, apoyarles, mostrando las virtudes de la especia humana.
2 - ¿Que haremos con los hoteles que han tenido que suspender su actividad?
Respuesta: Algunos habrán caído por sus dificultades financieras de base. Pero los que se han apoyado de siempre en ser un buen producto, con una buena atención, y una buena gastronomía, volverán a su actividad paulatinamente. Habrá muchas oportunidades para inversores y profesionales, siempre que sean capaces de posteriormente gestionar correctamente el producto, atendiendo a sus clientes con responsabilidad y sinceridad.
3 - ¿Qué haremos con los aviones que hoy están aparcados?
Respuesta: Son cientos de aviones, quizá miles, que ahora están estacionados en aeropuertos remotos. Todos necesitarán progresivamente volver a volar, a la vista de la demanda que se vaya recuperando. Poner un avión de nuevo en marcha obliga a cumplir unos estrictos procedimientos, muy profesionales, que tomarán un tiempo inevitable. Las aerolíneas estarán muy atentas a las rutas que se vayan abriendo, pero tendrán que ir programando la nueva puesta en marcha de los aparatos, para garantizar su seguridad.
4 - ¿Cómo será el turismo por carretera?
Respuesta: La actividad del transporte por carretera se podrá reanudar muy rápidamente. Los buses y camiones casi no han parado de funcionar. En cuanto nos permitan volver a viajar, podremos disponer de nuestro propio vehículo, y lo usaremos casi con emoción. Lo mismo será para el transporte público por carretera. También los ferrocarriles podrán recuperar su actividad, ambos serán los que más rápidamente normalicen su actividad.
5 - ¿Qué es lo primero que haremos cuando nos suelten?
Respuesta, sin la bola: De inmediato, ir a saludar a mis vecinos más cercanos, sin mascarillas ni guantes, abrazándonos con libertad. A continuación, ir a abrazar a mis familiares. Compañeros y amigos. Luego ir a comer o tomar una copa a los lugares de siempre. Seguro que tendremos mucho que contarnos.
Desenchufo la bola, pensando para mí, en la oportunidad que esta situación nos ha dado de valorar lo que aún tenemos y mantener viva la esperanza en un futuro, mejor y más justo.
Y, seguro, todos los días sale, y saldrá, el sol.
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