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Tengo la impresión de que todo el mundo está hablando de lo mismo, sin atender otras áreas de la actividad humana, que también sufren procesos dignos de reseñar. En las últimas semanas, pareciera que todos somos grandes e infalibles expertos en turismo, y muchos hacen “webinars” (incluso yo mismo) tratando de hacer destacar sus ideas entre el galimatías de opiniones que se presentan, para todos los gustos.
Pero, por muy terrible que sea la sorpresiva situación que nos ha tocado vivir, el mundo no se ha acabado. Todos sabemos que las cosas volverán a sus cauces, y que esta situación habrá servido para concienciarnos a todos de las cosas más importantes que debemos tratar de preservar y continuar. Hemos entrado en la era digital, como vivimos la edad del fuego, la edad del hierro, la edad del papel, etc…
Conviene ser consciente de que la industria del turismo y los viajes, se apoya en dos grandes motivaciones, que definen productos, estrategias y precios. Los viajes por ocio o por negocio.
Algunos países, con economías menos consolidadas, han apostado por el turismo del ocio. Estos viajeros disponen muy libremente de su tiempo, y pueden utilizarlo para viajar, para divertirse, o simplemente para no hacer nada. Son personas autosuficientes, que buscan conocer otros lugares ajenos a su residencia. La famosa definición de que el “turismo es la curiosidad en movimiento”, se aplica especialmente a este gran segmento de viajeros.
Pero hay otros lugares, con economías mucho más estructuradas y consolidadas, que han dirigido su estrategia comercial al turismo de negocios. Son destinos con servicios públicos bien asegurados, organismos profesionales serios, legislaciones seguras, en fin, con garantías de éxito para facilitar cualquier negociación empresarial. Tienen espacios para reuniones de todos los tamaños, servicios auxiliares eficientes y responsables. Y aunque sus números son menores que los viajeros de ocio, por la importancia de sus gastos en sitio, compensan aportando sólidos beneficios tanto económicos como de marca al destino elegido.
Me viene a la mente el foro de Davos, en Suiza, donde han sabido aprovechar el final de la temporada de esquí, manteniendo por muchos años un encuentro de altísimo nivel, que estoy seguro aporta beneficios a toda la población, en todos sus niveles.
Dejo esta reflexión para los que tengan en estos momentos que estar repensando el reinicio del turismo en sus destinos, de la mejor manera, y más eficaz.
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