Lunes, 20 Abril 2020 14:52

Turismo y viajes por decreto

Turismo y viajes por decreto

Lluis Mesalles

 

 

 

 

Imagen de cabecera: llmc


Desde hace ya muchos años, la industria del turismo y los viajes ha contribuido a la prosperidad, el progreso, la empatía y la libertad entre los pueblos. Si además de eso, contribuía al bienestar de la población, era un detalle que muchos gobiernos no querían ver. Siempre fue un segundón en las prioridades nacionales. Pero la realidad es dura de torcer o disimular. En algunos países, los Ministerios de turismo, pomposos y grandes consumidores de publicidad, a menudo solo han servido para facilitar viajes e invitaciones a quienes iban ocupando esas mullidas butacas.



La industria se resolvía por si sola. Iban creciendo las inversiones, el número de puestos de trabajo, y se creaba un ambiente de alegría y felicidad al poder contactar libremente con otras culturas. Los gobiernos, tranquilos, viendo que rara vez tenían que tomar cartas en algún asunto, el trabajo les era fácil.



Pero…, hoy, un pequeño bichito ha venido a descolocar todo esto. Los gobiernos se ven obligados a intervenir, a ayudar, a propiciar soluciones. Por mucho que se le cargue la culpa a ese bichito tan malvado, algo habrá que hacer. El turismo no se puede desarrollar por decreto. Es una industria basada en curiosidad, ilusiones, amistad, generosidad, empatía. Los gobiernos todos, tienen que pensar en buscar soluciones, para eso les pagamos. Buscar culpables no sirve de nada.  Por ello, los gobiernos tienen el deber de si no pueden ayudar, o no tienen ideas para resolver, permitir al sector una mayor libertad de acción. Menos decretos, menos anuncios tristes sobre el futuro probable (cosa que el sector ya sabe porque lo sufre en propia carne), y muchas más propuestas positivas, empatía y medidas que propicien el renacimiento de la prosperidad en toda la industria turística y, en consecuencia, en todos los países del globo.



Para conseguir soluciones, sería muy bueno, antes que nada, escuchar a los que saben.



Puerta abierta, mente abierta, corazón abierto.

 

 

 

 

 

Otros Artículos del Columnista

 

 

 

Visto 1506 veces